sábado, 5 de julio de 2008

Adiós, Maldonado. Hola, Maldonado.

Maldonado se va.Pero es posible que, a partir de ahora, Maldonado se quede entre nosotros los sevillanos, como ha venido haciendo año tras año durante la Semana Santa para acompañar el Sábado Santo a la Soledad de San Lorenzo, la Virgen titular de su cofradía de siempre.
Tras Cristina García Ramos y Pedro Erquicia le toca decir adiós en TVE a José Antonio Maldonado, qué cumplirá 65 años a finales de este mes de julio y ha pasado casi un tercio de su vida dedicado a la previsión meteorológica en la Cadena Pública.
Como en su día sucediera con Mariano Medina este mítico hombre del tiempo ha dejado una profunda huella.
José Antonio Maldonado es el típico sevillano de barrio. No de Triana ni de la Calzá, sino de San Lorenzo. Tiene 64 años y es Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Hispalense. En 1986 se incorporó a TVE, aunque su verdadera vocación era el mundo de la aviación y toda su trayectoria ha estado vinculada a la información meteorológica, primero en informativos matinales y de fin de semana, y luego, desde 1988, a los Telediarios de lunes a viernes.
Ha recibido el premio al mejor presentador europeo de espacios de información meteorológica y es uno de los meteorólogos más reconocidos y de mayor calidad de la radio y televisión.
Acostumbrados como estamos a contemplar hermosos bustos parlantes, algunos de atractiva belleza femenina, explicándonos dónde se sitúan las isobaras, desde qué rincón acecha la borrasca y cual es el rumbo del anticiclón, dejando entrever que no están muy seguros de lo que dicen, porque eso no es lo suyo, que de lo que saben es de maquillaje, de sonrisa sugestiva y de arte interpretativo, la seriedad del presentador sevillano siempre ha sido la envuelta de su profundo y científico conocimiento de aquello de lo que hablaba.
A partir de ahora, al final del Telediario 2 de Lorenzo Milá, una joven de 22 años, que procede de Els Matins en la autonómica TV3, Mónica López, tomará el testigo del legendario y sabio hombre del tiempo que se va sin que se cuenten de él aquellas anécdotas terribles que atribuían a su predecesor Mariano Medina como esa del náufrago que entró como un basilisco en el histórico plató madrileño del Paseo de la Habana y le preguntó enfurecido agitando una astilla mojada ante sus narices…
-- ¿Marejadilla en el Atlántico?... ¿Dijo usted marejadilla?...

2 comentarios:

arimatea en el exilio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ñoño dijo...

Un gran soleano y una gran ayuda en San Lorenzo los dias complicados de agua y ademas....un gran sevillista, jejeje. Saludos.