lunes, 28 de julio de 2008

El recurrente tema de la Carrera Oficial

Lo trata como siempre con su ponderación y profesionalidad acostumbradas mi compañero y amigo Fran López de Paz en las páginas cofrades del ABC del domingo y lo reproduce Pasión en Sevilla en Internet.
Buena ocasión en la laxitud veraniega para volver a esta cuestión, sobada ya de tanto y tan antiguo meneo,pero,al parecer, asomada definitivamente al Palquillo de la Campana para recorrer su itinerario sin tardanza.
A ella le dedique algunas páginas en uno de mis libros, (*) y rememoraba entonces cómo, en los años anteriores se habían planteado por lo menos tres propuestas oficiosas para ejecutar el cambio.
En la época en que era presidente del Consejo Luis Rodríguez - Caso Dosal se resucitó el viejo proyecto de la ampliación sugiriendo su alargamiento mediante el procedimiento de anticipar su comienzo y, en consecuencia, la ubicación del palquillo donde se sientan los representantes del Consejo a la esquina de la Plaza del Duque con la calle Trajano, proyecto que hubo de descartarse por los problemas que creaba a las cofradías de la Madrugada y a las que vienen de Triana.
Esa misma idea se adaptó a una posible segunda solución: Buscar la ampliación por el otro extremo situando su principio en la confluencia de las calles Martín Villa, Villasís y Laraña.Esto producía una alteración sustancial que permitiría a las cofradías pasar por la Campana y continuar por Tetuán, en vez de por Sierpes. Las cofradías que llegasen desde San Lorenzo, la Alameda, Feria o la Macarena se incorporarían a través de la calle Orfila; Las de la zona de la Encarnación, por Laraña y las del resto entrarían por Cuna.
Desde el final de calle Tetuán se pasaría a la Plaza de San Francisco por la calle Granada y lo demás permanecería igual.

Pero también aquí surgían dificultades insolubles: Las cofradías de Triana y las del Arenal deberían prolongar excesivamente sus recorridos para entrar en la Carrera ya que habrían de llegar a ella a través de Javier Lasso de la Vega y Orfila, si no podían entrar por Cuna, y algunas necesitarían dar grandes rodeos por el Museo y Alfonso XII en su itinerario de ida.
Y, además, al ocupar la calle Granada continuamente como camino de incorporación a la Plaza, se eliminaría una de las salidas de los palcos. No se incrementarían las reclamadas vías de evacuación, sino, al contrario, se suprimiría una de las más importantes.
Aun hubo una tercera opción de cambio y le faltó poco para que se pusiera en práctica. Se habló mucho de ella en el preludio de la Semana Santa de 1,999.Las obras que se ejecutaban en la Catedral mantenían cerrada la puerta de San Miguel y empezó a considerarse seriamente la posibilidad de trasladar la entrada en el templo a la puerta del Príncipe.De haberse aceptado este cambio, la Carrera se hubiese alargado por circunstancias ineludibles ajenas a ella. Se habría prolongado por la Avenida de la Constitución hasta la altura del edificio de Correos y el Archivo de Indias ampliándose después por Fray Ceferino González hasta el recodo que se produciría delante de la puerta, pero con la posibilidad de ocupar el espacio después de ella.
Hoy el punto de salida del proyecto se sitúa precisamente en esta tercera opción habiéndose descartado definitivamente las dos anteriores.
El plan ofrece muy favorables perspectivas, aunque también no despreciables riesgos.
Algo avanza Fran en su comentario dominguero y algo igualmente manejé yo en los supuestos de la realización práctica de esta única solución ampliatoria. Pero ya está bien para no cansar a nadie en esta “entrada”. Quédese, pues, para la que sigue.
(*).- “Madrugada de pánico”.- Editorial Castillejo.-Sevilla.- 2000. Págs.164 y ss.

1 comentario:

La verdad esta ahi fuera dijo...

Quizas sea un tema recurrente, la diferencia para mi es que esta vez la idea de la ampliacion parte del ayuntamiento y no del consejo de cofradias, aunque el consistorio rescate un antiguo proyecto nacido en la calle San Gregorio.