martes, 16 de diciembre de 2008

Y Montilla pide más.

Unos tiran el dinero y otros duermen en la calle. El otro día en el comentario que colgué en este Blog en torno al consumo previsible de champán, mencionaba a unos cuantos políticos catalanes que los lectores de mi Blog no tienen por qué conocer. Mejor para ellos. Comerán con más apetito y dormirán con menos sobresaltos. Pero como alguno que otro me ha manifestado su deseo de saber algo más acerca de estos insaciables representantes del pueblo (la penitencia en este tiempo de Adviento es muy aconsejable) creo que tengo la obligación de satisfacer su curiosidad a lo que voy a entregarme hoy intentando ser breve para que la mortificación no exceda de mi ánimo.

Para empezar, recuerdo que algunos pertenecen a ERC letras que,como suele saberse, se traducen por Esquerra Republicana de Cataluña, el partido que se ha hecho famoso en los últimos tiempos no solo por el destemplado deseo del señor Tardá acerca de la persona del Monarca reinante, al que yo, personalmente, deseo larga vida, (al Rey, por supuesto; al Diputado Tarda, no) sino por su desenfrenada carrera de despilfarro y cinismo.

Carod Rovira, su actual líder, a pesar de sus promesas de austeridad, ha decidido incrementar en un 63% el presupuesto para sus embajadas, gasto sin otra utilidad conocida que colocar en ellas a parientes, amigos y otros afectos y, por si fuera poco, destinará casi treinta millones de euros a relaciones exteriores, una engañifa pura y dura que le permite disponer de efectivo para favorecer a sus compadres con primas y otras prebendas graciables.

Jordi Miralles es secretario tercero de la Mesa del Parlamento de Cataluña en su condición de diputado de Iniciativa per Catalunya-Verds Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA).

Antes de que el poder le cayera en las manos era cartero y de cómo le ha cambiado la vida desde que se dedicó a la política en Cataluña a través del Tripartito se tiene cabal noticia a través de un vídeo que aparece en la web oficial del Parlament.

Así puede conocerse que su medio de transporte era el tren, aunque después, a partir de estar en la Mesa, también utiliza el servicio público.

Uno puede caer en la trampa y suponer que se refiere a los autobuses o al metro.Pero no es así. El cartero Miralles llama Servicio Publico al coche oficial que le lleva y le trae desde su casa al trabajo y viceversa. Podría ser un modesto automóvil, pero no es. Se trata de un Audi A-6 por cuya utilización es lógico que le hayan llovido las críticas y que hasta Pilar Rahola se lo haya censurado en el curso de una tertulia en Els Matins de la TV3 diciéndole que, si es tan alternativo como pregona el titulo de su partido, debería desplazarse "en un Seat Panda o en bicicleta".

Esto sucede en la España que se aprieta el cinturón, en la que crecen las colas ante las oficinas de empleo y en la que duermen muchos al raso por carecer de techo. Más de seiscientos en Madrid y Barcelona. La mayoría, hombres jóvenes, extranjeros, y con un nivel de estudios bajos; pero otros, sin embargo, con alta cualificación. Nada menos que alrededor de un 9 por ciento, universitarios.

El estudio lo ha confeccionado precisamente la Caixa de Catalunya y se titula '¿Quién duerme en la calle?' .
A Montilla,a Carod y a todos ellos, a lo que se ve,les importa un bledo. Todos quieren más. Bueno… pues que les den…

2 comentarios:

Javier dijo...

Ayer pase al relance y le robe el artículo, hoy más tranquilo y con los ojos de leer bien abiertos, ¡que placer!. maravilla en prosa y en verso. Envidia desde Huelva, el Cid por torero y esa facilidad para trenzar palabras, gracias otra vez por la "cesión", lo hsré más veces, Un abrazo

José Luis Garrido Bustamante dijo...

Lo puedes hacer cuantas veces quieras.
Otro abrazo para ti.