sábado, 28 de febrero de 2009

Polémica medalla.

¡Qué faena le han hecho al pobre de Francisco Rivera Ordóñez!... ¡Mira que darle la medalla de las Bellas Artes!... ¡A un torero!... A uno de esos asesinos confesos de pobres gatitos con cuernos inofensivos digno de que su rostro sea paseado reproducido en pasquines del Far West sobre el letrero “se busca” con la pródiga financiación, por supuesto, del señor Carod Rovira, de nombre Joseph Lluis (léase Yoséf y no se olvide recalcar la doble ele del Lluis al estilo lepero) que,ante la noticia, deja de abrir la última e imprescindible embajada allende los mares, donde iba a colocar a tres primos segundos de su señora, y destina a este noble empeño ese dinero.

¡Qué faena, Dios mío! Tratándose de un tema taurino el sustantivo “faena” viene pintiparado. Pero es que no hay otro. Se trata de una faena en toda regla a la que se ha referido Morante con desbordada elocuencia declarando al portal de Internet “mundotoro”, antes de viajar a Mérida (Venezuela), que es “una vergüenza”. Luego, el de la Puebla que, por cierto, se ha entretenido en traerse de allí el premio Fábula que concede el Círculo Bienvenida a la mejor actuación, ha añadido para evitar suspicacias que, “si hablamos de méritos, él será el que resalte el de todos los toreros”.

Lo que tiene una gracia que no se puede aguantar son los argumentos manejados por los responsables de conceder el galardón de los que José Antonio ha dicho que “son un ejemplo claro del conocimiento que poseen sobre el toreo y sobre el arte”. Un aficionado que me he encontrado por la calle ha sacado a la palestra los nombres de Curro Díaz y Oliva Soto en una escueta relación de toreros artistas de la actualidad en la que el premiado se ha librado de estar.

Por eso digo que le han hecho una faena. ¡Cómo son los publiquitos de esas plazas de toros!. Hay que imaginar a los moderados de la entendida Grada Siete de las Ventas cuando Francisco no tenga su tarde, que es muy difícil tener, ante esos morlacos ilidiables en días de viento endiablado…

-- Rivera… ¿dónde te has dejado la medalla?

Y las críticas mordaces ante todo lo que de ahora en adelante ejecute el torero galardonado…

-- ¿Poner banderillas, Rivera Ordóñez?... ¡Pero hombre si trae el par reunido desde el hotel!...

Y así todo.

No hay derecho. Es una faena en toda regla. A él y a los aficionados que, vista la deriva de las decisiones que toman los que se suponen doctos jurados de estos premios, supuestamente importantes, podemos hacernos una pregunta capciosa:

¿Y a Morante qué le van a dar, la laureada?

1 comentario:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Ojú maestro, vaya preguntita. Le podían dar además de la Laureada la de Andalucía como a otros tantos, ¡total para lo que vale!, ya la tiene hasta el Guiza.
Saludos.