domingo, 22 de marzo de 2009

Perplejidad ante el crimen de Marta.

Cada día que pasa aumenta el desasosiego, la sorpresa y lo que no quiere verse ni decirse, el clima de alarma social que este desgraciado suceso y sus consecuencias posteriores está ocasionando en la sociedad española.

Sobran ya las palabras, las promesas y las expectativas razonables. A estas alturas, lo único que puede volver a producirse es otra versión de los hechos que vengan a justificar la evidencia: que los restos de la pobre chiquilla asesinada no estén donde ahora los buscan y que el lugar exacto se siga ocultando por un miedo que hasta ahora no muestran los presuntos inculpados ni ante la ley ni ante los funcionarios llamados a hacerla cumplir.

Algo va mal, no quiero decir todo, cuando el pueblo clama por la aplicación de la cadena perpetua… cuando cualquier visitante de los Juzgados puede contemplar
cómo muchos miembros de los Cuerpos de Seguridad han de acudir acusados por sus detenidos en una estrategia de autodefensa montada sobre falsos malos tratos y cuando, al final del túnel, se llega siempre a lo mismo, a la prepotente ineficacia de una clase política que es la llamada a redactar las leyes y a procurar su cumplimiento.

Mientras tanto se derrochan esfuerzos y dinero que, por mucho que se cuantifiquen y se lleguen a cargar sobre los condenados, la sociedad sabe de sobras que no pasará de las palabras y que al final será ella misma la que habrá de correr con los gastos, como le consta que ya andan sueltos por las calles muchos asesinos confesos ante pruebas evidentes logradas por la Policía, y enrejados, a quienes atenuaron la pena esos beneficios carcelarios que jamás suavizarán la cadena perpétua del dolor y la ausencia que lacera el corazón de las familia de las víctimas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este comentario no tiene nada que ver con la entrada, pero creo que es importante:

Despues de ver ayer el programa de Sevilla TV, y escuchar las declaraciones del Sr. Torrijos, Teniente de Alcalde de Sevilla y el consentimiento por parte del Sr. Alcalde D. Alfredo Sanchez Monteseirín, y Ayuntamiento sobre las Hermandades y Cofradías de Sevilla así como su postura con respecto a la nueva Ley del aborto, propongo:

QUE CUANDO PASEN ESTOS SEÑORES REPRESENTANDO AL AYUNTAMIENTO EN LAS PRESIDENCIAS DE CIERTAS HERMANDADES, TODOS Y DIGO TODOS LOS QUE ESTEN EN LAS SILLAS DE LA CARRERA OFICIAL LES DEN LA ESPALDA, NO SE MERECEN NI UNA SOLA MIRADA DE LOS COFRADES SEVILLANOS.