jueves, 16 de abril de 2009

Otra vez las carreritas

Sabido es que el curso cofrade no coincide con el año natural ni con el universitario. El curso de las hermandades y cofradías de penitencia comienza en el momento mismo en que acaba la manifestación exterior de la Semana Santa, es decir cuando dejan de salir a la calle.

Y justo es en ese tiempo cuando todos aquellos que hicieron posible este milagro de estética y fervor recopilan sus recuerdos para analizar el resultado. En esta época nos movemos. Y generalmente se abunda en una opinión: que todo ha salido bien y hacía años que la Semana Santa no resultaba tan luminosa y espectacular como la que se acaba de vivir. Con algún punto negro al que muchos responsables directos de su corrección se empeñan en restar importancia.

Otra vez se han producido las carreritas del 2000. En inferior medida y, exceptuando lo ocurrido ante la Iglesia del Valle, con una coincidencia territorial y temporal de focos que puede abrir la sospecha y que, según atestiguan los informes policiales, terminó con tres personas detenidas y al menos otras tantas heridas de diversa consideración por una serie de incidentes ocurridos en menos de dos horas en la misma zona del centro: el eje conformado por el Puente de Triana, la calle Reyes Católicos y la plaza de la Magdalena.

Por eso y, aunque haya quien los atribuya a consecuencia del relativismo, el alcohol y las drogas, que irá a más, sea o no sea Semana Santa, no pueden disimularse ni marginarse como hechos inevitables carentes de relevancia.

Esto quiere decir que las incidencias de la pasada noche del Viernes Santo en Sevilla parece que no tienen nada que ver con los sucesos de aquella infausta Madrugada de pánico que, con este mismo titulo extraído de la realidad, estudié en un libro y casi medio más al año siguiente. (“Madrugada de pánico” y “Nazarenas, dineros y más de la Madrugá”.Editorial Castillejo. Años 2000 y 2001). Pero aquellos hechos lamentables no fueron investigados a fondo sobre todo porque no se habían adoptado previamente las medidas para poderlos controlar. No había en las calles donde se produjeron fuerzas de seguridad suficientes y las autoridades judiciales se quedaron sin imputados presuntos.

Ahora es distinto. Después de aquello se creó el Cecop que hasta el presente ha venido funcionando bien. Tal vez por eso las consecuencias se han minimizado esta vez. Pero estimo que no procede hacer lo mismo con su análisis posterior.

Los penitentes arrollados por la multitud enloquecida… la cofradía que se ve obligada a interrumpir su salida por seguridad…el susto de no pocos de los que salieron a vivir una Madrugada recuperada después de casi una década de aquellos incidentes inéditos y pavorosos que veían que empezaban a repetirse… no son hechos baladíes para tirarlos a la papelera.

Erróneamente se cree que puede crearse una alarma social si se profundiza en ellos y no se impide su divulgación. Falsa convicción. Es al contrario. Hay que profundizar, alcanzar sus causas y tratarlas con profesionalidad sociológica, policial y hasta judicial con todo el peso de la ley si desgraciadamente esto fuera imprescindible.

La falta de información es el caldo de cultivo del rumor. Esto lo saben hasta los que abandonaron las ciencias de la comunicación en el primer curso.

4 comentarios:

MMNogales dijo...

Yo estaba delante de la Farmacia de la C/ San Pablo haciendo Estación. Primer pensamiento: Esto no puede ser verdad y no puede estar volviendo a suceder...

¿Cuál es su opinión a cerca de la nueva modalidad de botellón con sillita plegable que se ha extendido durante esta última Semana Grande, que en algún que otro apuro a puesto a las Fuerzas del Orden y a más de un cofrade?

M. Andréu dijo...

Espero maestro, que no te pasara nada en la Madrugada, por el contenido de tu post.

He hablado con dos nazarenos de tu hermandad que tristemente coinciden: "el año que viene no salgo".

Lamentable que no sepamos qué ha pasado. Completamente de acuerdo contigo con respecto a los silencios informativos: la NO COMUNICACIÓN siempre es COMUNICACIÓN NEGATIVA. Pero de eso no se enteran nuestros políticos ni sus asesores de comunicación, jefes de prensa, etc., etc.

Un saludo.

Angelmo dijo...

Cuando cunde el pánico y la masa corre asustada por un rumor, solo una cosa puede pararla, LA INFORMACIÓN CREIBLE.
Propongo la presencia de la policía en estrados colocados en altura, como LIFEWATCHS, como Salvavidas, como un juez de silla, que desde su altura, su posición de policía interconectado con el resto de agentes tenga la autoridad y credibilidad suficiente para decirle a una masa que corre despavorida, temerosa y desinformada: "No pasa nada" deténganse, o como un buen capataz, "bueno, no corré!"
A mi me hubiera encantado encontrarme a un agente de la autoridad informado y en esta actitud que digo en la Plaza de la Magdalena, hubiera rebajado mi ansiedad y mi estado al borde del colapso.
Otros escenarios de la Madrugada también precisarían de esta referencia de información, El Salvador, Reyes Católicos, El Duque...

José Luis Garrido Bustamante dijo...

Interesantísimos los tres comentarios. Sobre las sillitas plegables recuerdo que de manera parecida empezó la Carrera Oficial.Conviene separarlas del botellón al que me opongo obviamente,y coincido con Rosamar Prieto que procede regularlas para que no mermen los derechos de los viandantes ni obstaculicen el servicio de los miembros de seguridad.