domingo, 14 de febrero de 2010

Hablar inglés para encumbrarse en la política.

Allá en la ya lejana década del desarrollismo que era la de los años sesenta del siglo pasado, con lo que ya podemos colegir que ha llovido bastante desde entonces, me decía un amigo malagueño que en la Costa del Sol los naturales del lugar se dividían en dos grupos, los que hablaban inglés y los que no eran capaces de salir de las expresiones habituales del andar por casa.

Los primeros, añadía, tienen por delante todos los caminos para subir y ganar dinero. Los segundos están condenados a no pasar de lo que son ahora. El tiempo le dio la razón. Con el inglés leído y charlado, con su palmito y su extraordinaria profesionalidad de actor ha brillado Antonio Banderas. Sin su parla inglesa hay muchos actores en Málaga y en todos los sitios hispanos que se limitan a poner en las coproducciones fílmicas los búcaros y los caballos.

En la política está sucediendo lo mismo. Zapatero no ha sido invitado ni por la Merkel ni por Zarcozy, con lo que a usted y a mí nos han dado un bofetón del que todavía nos escuece la cara, no por el explicable temor de que les pondere la Alianza de las Civilizaciones que seguramente están deseando conocer en grado sumo, faltaría más, sino por lo premioso que es tener que filtrar todo lo que se dice y se oye a través de las mediaciones del intérprete.

Por eso Javier Arenas ha elegido como nueva portavoz del PP- A a la almeriense Rosario Soto, una agraciada muchacha de treinta y seis años, morena, de ojos grandes y profundos, mirada franca y un débil esbozo de sonrisa que, a pesar de que se confiesa mala estudiante, desde los cuatro años se habituó a la disciplina de las clases de ballet clásico y a los diecisiete ya contaba con el título de profesora de la Royal Academy of Dance de Inglaterra, se licenció en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Granada, se fue luego con una beca Erasmus a la Universidad de Estrasburgo, más tarde a la Universidad de Staffordshire para hacer un Máster en Marketing y Comunicación y por último a Manchester para dar clases de español en una high school hablando más inglés que la tata de Shakespeare…

Lo mismito que quien sabemos.

La entrevistaron el otro día en Canal Sur y ayer en las páginas de Andalucía de “El Mundo”. Me ha gustado más en la prensa que en la tele.
Imposible, con lo guapa que es y lo bien que da ante las cámaras, podrá pensarse. Y es verdad pero…. No habla como la Campa. Aquí en esta Andalucía que quiere ganar Javier Arenas o te expresas con el desparpajo de la mujer de Jesulín de Ubrique, que ha aprendido en poco tiempo, a fuerza de sacudirse a los paparazzis, o no te comes una rosca.

El lenguaje de una señorita culta, fiel militante de su partido, con voz modulada y frases medidas y correctas, o sea lo que es esta muchacha, resultará muy bien en círculos selectos. En la tele como la Campa. Y, si no, al tiempo.

1 comentario:

Macarena dijo...

Pues esperemos, Don José Luis, que esta chica se de cuenta a tiempo y corrija su "talante"... que en España, en general no solo en Andalucía, gustan los políticos populistas, los que "caen bien" y dicen lo que queremos oir. Luego, lo mismo da si no dan pie con bola... A la vista está.