martes, 30 de marzo de 2010

De imágenes y locuciones.

Bien se sabe que en televisión impera la imagen circunstancia que a menudo olvidan algunos comentaristas que proceden de la radio y describen lo que recogen con mayor acumulo de datos las cámaras como si estas no existieran. La palabra nunca debe ser sustitutiva, sino complementaria. El telespectador desea que le digan lo que las imágenes no le cuentan. Si,detrás de un paso, camina una banda y se interpreta una marcha procesional, espera que, antes o después, se proporcione el dato de su titulo y ,si es posible, de su autor. Sustituir esta aportación por un recuerdo del nombre de la banda o, aun peor, por una obviedad tal como referirse a que ha sonado la música, supone una indigencia cultural digna de censura.
Algo parecido sucede cuando se desconoce el significado de las palabras. Una cruz de guía no puede detenerse en el dintel porque se imaginaria sobre el dintel que es precisamente la situación contraria a la que se halla. El dintel es la parte superior de una puerta,sobre las jambas y estas cualquiera de las dos piezas que la sostienen. La cruz y los faroles se hallaran bajo el dintel, nunca encima que supondría ese “en el dintel” que les convertiría en equilibristas.
Por mucho que en el argot cofrade al estandarte de una corporacion se le conozca como el “bacalao”, el comentarista tiene el sagrado deber de llamar a las cosas por su nombre y mas aun a una insignia que ostenta ni mas ni menos que la historia,la devocion y el prestigio de la cofradía. Juan Carrero, de imborrable recuerdo, publico dos ediciones de su diccionario cofrade, una obra que debería constituirse en texto obligatorio para todos aquellos que arrostran la osadía de adueñarse de un micrófono sin mas preparación que la de un capirotero.
Asi ocurre lo que ocurre. Que ya puede insistirse en las Facultades de Periodismo sobre la necesidad de contrastar las noticias antes de divulgarlas, que avisamos del velorio de Angel Diaz de la Serna el que fuera conocido Presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, fallecido tiempo atrás, al confundirle con un pariente.
Y es que no cabe duda. En televisión impera la imagen. Ya se ve.

lunes, 29 de marzo de 2010

Y Abel se quedó sin sillas

Llenó toda una época de la Semana Santa de Sevilla. Desde el Domingo de Ramos con la Hermandad de la Paz, se le veía desfilar incansable por la Carrera Oficial al frente de sus músicos de la recordada Banda del Regimiento de Infantería Soria nueve. Compuso incontables marchas procesionales. Es autor del mejor poema sinfónico descriptivo de La Madrugá que, con este título se interpreta hoy en reputadas salas de concierto del mundo llevando a ellas el sonido incomparable de la Semana Santa de Sevilla…
Y ahora lo han dejado sin las sillas a las que estaba abonada su familia en la remodelación impuesta en la Campana.
Sobran los comentarios.
El maestro Abel Moreno Gómez, hoy teniente coronel en la reserva, uno de los más indiscutidos referentes de la música de las cofradías se ha quejado y sus palabras las ha recogido la prensa.
Los lectores habituales de este Blog conocen mi opinión de que la Carrera Oficial no tiene otra solución que ampliarla por el final haciendo que los cortejos procesionales entren en la Catedral por la puerta del Príncipe o de San Cristóbal en vez de hacerlo por la de San Miguel Los cambios en el actual trazado serían mínimos y el espacio a ganar tan suficiente y de tan gran visualidad que, de aprovecharlo para instalar una tribuna graduada, muchos serían los que cambiasen sus sitios actuales por los nuevos.
De haberlo hecho ya, estas situaciones sentimentalmente traumáticas, no se hubieran producido.
En una inédita construcción así destinada a graderío y palcos nuevos sobraría sitio, pero no se quiere ver o no se sabe abordar. ¿Qui lo sa?...
Mientras tanto se llega a situaciones tan imperdonables como la que ha denunciado en los medios impresos el veterano y prolífico compositor

viernes, 26 de marzo de 2010

La música en el Pregón.

Me haré del libro del Pregón.Lo tengo claro.Buscaré un bolígrafo verdoso para compensar el blanco y rojo de las rayas de la corbata del pregonero y subrayaré todas y cada una de esa catarata de metáforas con las que Barbeito fue inundando su estremecedor monólogo sobre Dios al oído de Sevilla, dorándolo sin detenerse, con el apremio de un orfebre al que en estas fechas los días se le hacen horas.

Haré eso pero no por ello enjuiciaré la pieza oratoria desgranada en el escenario del Maestranza el pasado domingo porque, como ya anticipé en otra entrada en este Blog, desde que en 1990 tuve a mi cargo el inmenso honor que para cualquier sevillano cofrade significa cantar su Semana Santa, pienso que todo el que entra en el gremio de los pregoneros se merece un respeto por parte de sus compañeros que ingresaron antes y eludo el riesgo de entrar en el hispalense mundillo donde se afilan las navajas y los incensarios espejean para escribir en el aire las blancas volutas de los elogios.

Voy a referirme a otros componentes imprescindibles del acto solemne que inventó la ciudad para adelantar al Domingo de Pasión la inquietud de la impaciente espera: la música y la banda designada para ejecutarla. Porque, después del pregonero, se sitúan en el orden inmediato de protagonistas, antes que el público mismo que igualmente acude sabedor de que sus aplausos, toses, expresiones y murmullos… necesarios son para cerrar el universo sonoro del ceremonial previsto.

Las primeras partituras que se interpretaron en el Pregón corrieron a cargo de la Banda de Infantería de Marina y fueron “España llora” de Contreras y “Mater Dolorosa” de Pérez Montllort.

“Amargura” aparece en 1941 como cierre del llamado “Proemio Cofradiero”, sustituto del acto cofrade que no acababa de consolidarse. Y se repitió a partir del año siguiente interpretándose en casi todas sus ediciones, aunque no siempre en segundo término, hasta 1977 en que prácticamente quedó por vía de facto constituida como marcha procesional de ejecución inamovible antes de la intervención del pregonero. Es, por tanto, la composición que se ha oído mayor número de veces seguida por “Virgen del Valle” de Vicente Gómez Zarzuela y “Soleá dame la mano” de Manuel Font de Anta.

Ambas: “Amargura” y “Soleá” sonaron el pasado domingo. Buena elección. Azahar y cera de candelería encendida para los oídos de los amantes de las cofradías. Y esto me lleva a proponer una modificación que pudiera resultar arriesgada en la parafernalia pregonera, pero asegurar sin titubeos un final de ceremonia emotivo colmado de sevillanía: Interpretar otra marcha procesional de acreditado sabor cofrade tras los aplausos finales al orador y antes de los himnos.

Ahí está el fruto de los inspirados compositores que engrandecieron y engrandecen el acervo musical de la Semana Mayor Hispalense. Y esa Banda Sinfónica Municipal que, hoy con la batuta en la mano de su joven director Francisco Javier Gutiérrez Juan, cubre con armónica perfección desde 1942 el capítulo sonoro del Pregón de la Semana Santa de Sevilla. ¿Qué se puede pedir más?

miércoles, 24 de marzo de 2010

Primeros vestidos de fiesta.

Estarán en el asiento.Bien alisadas las medias. A los pies, las negras zapatillas queriendo ser guantes. Y el chaleco y las taleguillas relucientes colgados en el respaldar. Y llegará la hora y el espada, cumpliendo ese rito que se repite antes de cada corrida en muchas habitaciones de hotel, empezará a ser embutido en el vestido de torear.

El vestido fue antes que el traje, pontificarán los eruditos. Y añadirán que éste llegó cuando Paquiro decidió colgarle borlas y alamares. Da lo mismo. Aquí se le llamó siempre así y esa ceremonia resulta cercana, familiar y de notable similitud con la que se lleva a cabo en otros ambientes y circunstancias de la vida sevillana: vestirse de nazareno, de monaguillo, de armao, de mantilla o de flamenca.

Siempre con un cumplimiento certero de las viejas normas.Las que no se escribieron ni se escribirán en parte alguna.Las que no fueron codificadas en el manual de consulta de los ceremonieros o los jefes de protocolo simplemente porque sería ocioso hacerlo.Porque todos las recuerdan. Tan profundas fueron roturadas en la memoria colectiva de la ciudad.

Pasarán de abuelos a padres. Y de padres a nietos.Perpetuandose en el tiempo Con los retoques ligeros que aconseja el devenir de los días y el mejoramiento de la vida cotidiana.

Las breves vestiduras albas, las sobrepellices o los roquetes con que habrían de figurar en el cortejo penitente los más pequeños de la casa con el privilegio concedido a su inocencia de la proximidad al paso, entre vaharadas de incienso y olorosa cera virgen ardiendo, se lavaban cada año, pasado el Domingo de Resurrección, en la colada de la azotea y se guardaban, tras haberlas secado al sol, cuidadosamente dobladas entre el perfume de las alhucemas. Un capitulo parcialmente modificado con la irrupción avasalladora de la lavadora y el detergente. Lo demás, por fortuna, permanece igual.

Sigue habiendo niños… y niñas.Y continúan iniciando su currículum vite cofrade subiendo su primer escalón. El físico lo habrán hecho en la Función principal de Instituto de la mano de sus progenitores. El sentimental, ahora, dentro de poco, en la cofradía. Unos y otras miden con la cadencia de sus miradas el tiempo que falta para que el vestío deje de reposar sobre la silla… y unas manos cariñosas, expertas como las del ayuda de cualquier torero… empiecen a vestirlos de monaguillos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Y a usted ¿qué le ha parecido el Pregón?

La pregunta me la formulan todos los años.Y ya van veinte desde que, en 1990, el pregonero fui yo. Antes, no me la podían hacer porque plantear las interrogantes me tocaba a mí desde mi puesto de trabajo habitual. En la radio primero y en la tele más tarde.

Desde que tuve a mi cargo ese inmenso honor que para todo sevillano cofrade significa cantar su Semana Santa, ni contesto ni entrevisto. Pienso que todo el que entra en el gremio de los pregoneros se merece un respeto por parte de sus compañeros que ingresaron antes. Pero eso no quita para que comente en este espacio algo de lo que anoté durantes su retransmisión televisiva a través de Giralda TV.

Lo primero, la reducción de emisoras. El reajuste del sistema aplicado, sustituyendo en estos días el analógico por el digital, ha supuesto la desaparición del espectro de algunas de las teledifusoras locales que en años anteriores acometieron la misma empresa.
No han estado ni Localia, ni Sevilla Tv,ni Popular Tv. Y en un democrático sistema de concurrencia esto se nota mucho.

Lo segundo es la escasa aparición de no pocos de los que acudieron cuya presencia no llegaron a recoger las cámaras. De la presidencia no vi que habían asistido, aparte del trío esencial, el arzobispo, el alcalde y el presidente del Consejo, más que los que ocupaban los sillones de la derecha de ellos: el pregonero, el secretario del consejo, su vicepresidente y la teniente de alcalde delegada de Fiestas Mayores. Ya muy avanzado el acto, en una panorámica, colegí que en el otro sector se sentaban el general jefe de la fuerza terrestre y el delegado del gobierno. No atisbé a nadie más. Supuse que por allí estaría el tesorero del organismo cofrade. ¿Quiénes completaban el grupo? No se supo y los comentaristas, Moisés y Javi (no se qué más) se abstuvieron de sacarme de dudas.

Desde que el acto tiene lugar en el Maestranza y por su amplísimo escenario podría caminar el orador cuya voz, con los adelantos técnicos de hoy, se podría recoger con un pequeño micrófono de solapa, creo que debería eliminarse el atril. Al principio de la historia de los pregones no existía. Luego apareció una pequeña mesita estilo San Antonio sobre la que se ponía la jarra de agua. Más adelante el orador fue conminado a no abandonar su puesto ante esta mesita que se alumbraba con un flexor porque delante se colocaban los micrófonos que, durante muchos años, solo fueron tres: el de Radio Sevilla, el de sala y el de Radio Nacional.

Más de un pregonero de aquella época o improvisó su disertación, preparándola antes, por supuesto, o memorizó lo que había escrito. José Luis de la Rosa que protagonizó el primer Pregón al que asistí en el desaparecido teatro San Fernando lo recitó sin mirar un papel desde el saludo a las autoridades al “He dicho”. El abogado José Luis Campuzano Zamallóa hizo lo mismo y mi admirado poeta y periodista Francisco Montero Galvache se auxilió de unas reducidas fichas de tamaño inferior al octavo en las que había copiado el texto con letra apretada y minuciosa y escondía en la palma de su mano.

Cuando apareció el atril y aumentó el número de micrófonos, el querido y recordado José Sánchez Dubé, recientemente desaparecido, que era presidente del Consejo, solía recomendar al pregonero de turno que, si leía su texto, por lo menos memorizara los finales de párrafo y los pronunciara mirando al público.

Claro que eso era para hacerle participar con sus aplausos y esto es precisamente lo que, al parecer, no ha querido el último pregonero que puede enorgullecerse, aparte de la magistral literatura de su escrito, de haber sido el autor del primer Pregón que ha discurrido de principio a fin en medio de un profundo silencio.

sábado, 20 de marzo de 2010

Lorente, mí amigo el centurión.

No se llamaba ni Cayo Julio ni Marco Aurelio, ni mandó nunca ninguna legión romana.Ni fue seleccionado por los tribunos siguiendo las órdenes de los cónsules. Pudo llamarse Cayo Manuel y nadie se dio cuenta de la cara de oficial superior de las legiones romanas que tenía hasta que Juan Manuel Miñarro, el gran imaginero, cubrió su cabeza con un casco de cimera, le puso en la mano un sarmiento como símbolo de su grado en la milicia y lo subió al paso de misterio de la Hermandad del Cerro.

Se llamaba Manuel Lorente Garfias, era periodista y tenía toda la gracia del mundo hija de una rapidez mental envidiable.

Fue miembro de la Asociación de la Prensa y estuvo muy vinculado a ella, ocupando cargos directivos desde finales de los años sesenta hasta el 31 de enero de 1989.
Ingresó en 1960 en el diario “Pueblo”, del que en 1974 fue nombrado redactor jefe y delegado en Andalucía. Tres años después se incorporó a la Redacción del diario ABC de Sevilla, donde ocuparía plaza de redactor jefe, ejerciendo al mismo tiempo la crítica de Arte, y como profesional de la radio escribió y dirigió distintos espacios en Radio Vida (COPE), Radio Sevilla y La Voz del Guadalquivir.

Un día me hizo saber que sus nietos cuando se asomaban para ver la cofradía decían siempre: “vamos a ver al abuelo”.

El otro día se lo llevó Dios. Afortunadamente los chiquillos siguen teniendo esa hermosa escena evangélica en torno a la imagen del Cristo del Desamparo y Abandono para evocarle todos los años.

Yo lo recuerdo ahora desde estas modestas líneas pidiendo por su alma.

jueves, 18 de marzo de 2010

Protocolo para cofrades.

Que la religiosidad del sevillano gira indefectiblemente en torno a sus hermandades y cofradías es un hecho que no discute nadie. Y que las actividades que supone esta adscripción genera multitud de actos antes de la Semana Santa, tampoco. Basta con echar una mirada a las páginas cofrades de los periódicos para comprobarlo.

Suelo detenerme en estas informaciones y convertirme en oyente riguroso y fiel de los programas de Semana Santa en la tele y en la radio que siempre me parecen escasos.

Añoro aquella antigua emisión diaria en la desaparecida Radio Vox en la que Paco Mesa informaba todas las tardes del acontecer cofradiero en una hora tan escasamente adecuada como las siete o las siete y media de la tarde, no me acuerdo bien.Y en la actualidad busco todos los días las relaciones de cultos, conferencias y otros actos publicados en Arte Sacro y en los diarios locales.

Allí he encontrado estos días pasados dos tipos de informaciones destacadas.
Unas en torno al tiempo atmosférico, lo que me parece normal dados los meses que hemos llevado. Aunque creo que no hay que preocuparse en la próxima Semana Santa. Sería una paradoja que volviese a llover cuando va a salir el Sol. Las otras acerca de un curso de Protocolo que me parece que ha patrocinado el Consejo.

El Consejo General de Hermandades y Cofradías de la muy mariana ciudad de Sevilla se supone que debe organizar en estas fechas unos Ejercicios Espirituales. Pero no: auspicia un curso de Protocolo. O sea que, en vez del libro de la Espiritualidad de San Ignacio maneja el Real Decreto 2009/1983 que, desde hace veintisiete años, regula el trato de que son merecedoras las autoridades.

Me parece muy bien que se deseen hacer las cosas aceptablemente y que se oriente a las Juntas de Gobierno sobre cómo tratar a sus invitados oficiales, aunque esto, como el fundir la cera de la candelería de un pasopalio, o montar la estructura de un altar de cultos solemnes, lo van heredando los cofrades de generación en generación.

Ahora bien lo que creo que es tan paradójico como que se cubra el cielo de nubes cuando sale el Sol, es que se pretenda añadir a los conocimientos que, como el valor a los soldados, se les supone a los diputados de formación, no un curso sobre la fe como conocimiento o sensación de Dios… la actualidad de los sacramentos… o la necesidad del cristiano de desentonar en el mundo que vivimos, sino un ciclo de conferencias sobre el lugar que debe ocupar el alcalde cuando coincide con el consejero de cultura y el general que representa a la autoridad militar.

Y luego nos quejamos de las críticas que suscita esta actividad de las cofradías para escalar puestos en la vida social de la ciudad.

(Publicado en "La Razón". 18 de marzo 2010)

martes, 16 de marzo de 2010

Y sigue el despilfarro de Carod.

¿Qué habrán hecho los catalanes para que los castiguen con el Tripartito?
Sufren las nevadas del siglo. Carecen de ayudas oficiales para retirar la nieve. Contemplan cómo sus políticos rectores rechazan con estúpida suficiencia la ayuda de los soldaditos españoles de la Unidad de Emergencias… padecen apagones increíbles de insufrible duración…

Cada día resultan más antipáticos más insolidarios cuando la mayoría no es así… y hasta no pocos catalanes ejercientes contribuyeron a que saboreáramos una alegría que nos hacia mucha falta los años de nuestra adolescencia ( me acuerdo de Mary Santpere a la que los de Radio Nacional en Andalucía tratamos profundamente) y ahora va el charnego de Carod Rovira y vuelve a dar que hablar por el más que polémico destino de las subvenciones públicas que otorga según le place.

Ayudas que salen del bolsillo de todos los catalanes, piensen de la manera que piensen y de rebote de todos los españoles.

Después de gastar importantes cantidades de dinero público en subvencionar el doblaje al catalán de las películas o en la imposición de su idioma incluso a otras comunidades de España, ahora el vicepresidente de la Generalitat ha abierto un nuevo concurso para rememorar la Guerra de Sucesión, que finalizó en 1714. ¡Toma ya!

Ya sabemos como son los charnegos. Más radicales que los catalanes puros. Tienen que ser así para contrarrestrar su complejo de no ser catalanes de verdad.

Pero ¿hasta cuando van a aguantar los despilfarros de este personaje en nombre de un nacionalismo, hecho a medida de su capricho?

Cataluña como toda España esta en crisis, con muchas familias pasando necesidades. Es lamentable la escena de este personaje tirando un dinero que falta a muchos sencillamente para comer.

domingo, 14 de marzo de 2010

Hermanos colaboradores y hermanos metepatas.-

Las Hermandades y Cofradías son entes en donde la vida de relación adquiere diversas manifestaciones que van desde la simple convivencia diaria entre los hermanos a la abierta vida social por más que los ortodoxos y puristas, con sobrada razón, detesten el término y hasta pretendan proscribirlo como ajeno.

Y en esta multiplicidad de situaciones se dan dos tipos de hermanos, los que siempre colaboran con delicadeza y acierto y los que, aunque ellos mismos no lo quieran y generalmente ni siquiera lo sepan, son unos metepatas irreductibles porque así fueron paridos y ya se sabe que lo que la naturaleza no da Salamanca no lo presta. Frase que nos devuelve a los siglos idos en los que a la Universidad salmantina se enviaba a los zoquetes más encumbrados para tratar de que en sus aulas de renombre se obrase el milagro de infundirles la ciencia que, por sus propias fuerzas, eran incapaces de conseguir. O sea lo mismo que se hace hoy con los centros que se erigen en sucursales de universidades foráneas en donde hacen la carrera todos aquellos que han sido incapaces de alcanzar el baremo de corte para ingresar en la pública.

Los hermanos que saben colaborar con oportunidad y mesura obrarán siempre en beneficio de su Junta de Gobierno y por ende de su Hermandad. Los otros, no. Los metepatas desde nacimiento serán capaces de crear situaciones difíciles dentro de la más absoluta normalidad y problemas irresolutos encasillados en la más tranquilizante cadena de soluciones.

Y esto se advierte y resalta con tintas ingratas cuando la cofradía abre sus puertas y se proyecta al exterior que es precisamente el momento que aprovechan los inoportunos para ejercer sus escondidas habilidades entorpecedoras.

Los rectores de estas corporaciones deberán anotarlo en sus más íntimos cuadernos de instrucciones personales. Cuidado con los metepatas. Son buena gente, pero se muestran capaces de crear un naufragio en un estanque. Lo conveniente es disimularlos, diluirlos entre los demás que no participan de su condición y, por supuesto, no situarlos nunca allí donde puedan ocasionar fricciones con el exterior.

Nada más peligroso que colocar a un metepatas en una puerta cuando el recinto se llena. Dejará pasar a los que más estorben y prohibirá el acceso a la prensa gráfica.Por ejemplo. Y sin ganas de señalar. Con ello se irá a su casa contento y satisfecho creyendo que ha hecho lo que debía reconviniendo a los fotoperiodistas retrasados por no haber llegado con antelación… aunque al día siguiente no aparezcan ni las fotos en los periódicos ni las secuencias en TV al no poder ser captadas por su diligente actividad.

Por eso el metepatas es absolutamente imprescindible en una cofradía. Sin él cualquier acto extraordinario carecería de la emoción de lo imprevisto y resultaría perfectamente aburrido.

viernes, 12 de marzo de 2010

Las túnicas sueltas de la Hermandad del Sol.

La Hermandad del Sol quiere recuperar una antigua tradición de la Semana Santa sevillana, la de soltarse la cola del hábito de nazareno en señal de duelo por la muerte del Señor.

Y un cofrade del Aljarafe, Rafael Villegas, amigo de ArteSacro que recoge esta noticia, informa que la Hermandad de la Soledad, de Olivares, ha mantenido esta tradición de forma ininterrumpida durante sus casi tres siglos de existencia, soltándose los nazarenos las colas en señal de duelo cuando desfilan por la Plaza de España, que siempre fue allí el sitio “de gala”, como lo es la Plaza de San Francisco en Sevilla.

El de las túnicas de los nazarenos es un tema sobre el que no conozco mucha bibliografía. Pero puedo beber de un trabajo del recordado Juan Infante y Galán para La Cruz del Campo que publicó Guadalquivir Ediciones y un serial aparecido en la Cuaresma de 1990 firmado por Julio Martínez Velasco.

Cubrirse los pecadores arrepentidos con pobres vestiduras de burdo tejido, como signo de arrepentimiento y propósito de cambiar de vida es antiquísimo. Aparece en el Antiguo Testamento y se repite en el Nuevo. El uso de vestiduras penitenciales, pues, se encuentra en los primeros siglos de la Iglesia y se va adoptando con el decurso de los siglos para el cumplimiento público de la oración penitente.

Cuando en los Viernes de Cuaresma se organizan procesiones de cristianos que se flagelaban, empalaban o se alumbraban con hachones encendidos originando las dos categorías cofrades de hermanos de sangre y hermanos de luz que hoy conocemos como penitentes con cruces o nazarenos con cirio, estos desfiles son luctuosos rubricados por lamentos de trompetas destempladas y con las colas de los penitentes arrastradas por el suelo.

Las túnicas con las que se cubrían eran herederas de “la loba”, prenda de paño negro, usada por nobles, letrados y clérigos de la Baja Edad Media en los lutos oficiales de reyes o personajes reales para mostrar su sentimiento de pesar. Infante y Galán afirma que “en los lutos de aquel tiempo, la loba cerrada y su mayor o menor longitud de falda o cola eran señal de mayor o menor sentimiento de dolor”.

En la actualidad los ropones del Santo Entierro derivan de esta prenda medieval y las más antiguas descripciones de los hábitos penitentes se encuentran en las Reglas del Silencio de 1356 a las que pueden añadirse las precisiones para el atuendo nazareno de la primera mitad del siglo XVI que figuran en las Reglas de la Hiniesta de 1515.

La tradición existe pero es tan primitiva que se pierde entre los pliegues y recovecos de la historia. Volver a ella puede parecer acertado siempre que no signifique apariencia de teatralidad sino señal de dolor y penitencia recordando la Pasión y Muerte de Jesus.

("LA RAZÓN": Jueves 11 de marzo de 2010)

miércoles, 10 de marzo de 2010

Robar al abuelito.

No se atreven con los funcionarios.Les temen a los sindicatos.No les obedecen las comunidades autónomas… y cada vez resulta más acuciante reducir lo que sale de las arcas del estado… ¿ A quien acuden ? A los que dan la impresión de ser más débiles, a los viejos. O a los maduros. A todos aquellos que ofrezcan menor resistencia. Los pensionistas estamos en la línea de tiro.

El señor Corbacho que dicen que trabaja en eso de ser ministro lo ha dicho sin rodeos. Los subsidiados del futuro lo mejor que pueden hacer es confiar en un plan de pensiones. Y, como los afectados ya han perdido el ímpetu rebelde de los años mozos, esperan que se limiten a llorar amargamente por los rincones y a hacer declaraciones en esos programas de televisión que pagan a todos los que van a contar desavenencias amorosas o lios presuntos de la Pantoja (pobrecita: posible sustituta de Lola Flores ante el Fisco implacable y ejemplarizador) Los Rivera o Jesulín de Ubrique… menos a los que perciben una pensión cada vez más reducida por los impuestos o imposible de cobrar el día de mañana.

Los que han estado cotizando sin rechistar que se callen. Que no vayan a reclamar la devolución de lo que pagaron que eso no es progresista. Hay todavía quien se cree que lo que reciben de los pagadores públicos son dádivas generosas.

Tenemos unos ministros que nos cuestan un egg, oeuf en francés, y sirven para eso que ya está bien.

A ver cómo un mileurista se paga un plan de pensiones. Y a ver quien reclama al Gobierno la devolución de lo que no es suyo.

Corbacho puede seguir hablando.Mañana el pan lo pagaremos más caro

lunes, 8 de marzo de 2010

Contra la nueva ley del aborto

Ingenio y risas para una petición muy seria: miles de personas se han manifestado este domingo en Madrid en contra del aborto y para exigir la derogación de la nueva ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo, recientemente aprobada, bajo el lema "España Vida Sí. En democracia se escucha al pueblo".

La cabecera de la manifestación iba precedida por una carroza con música en la que viajaban varios jóvenes que durante todo el recorrido gritaron consignas tales como "Zapatero tu madre no abortó".

La manifestación transcurrió en un ambiente festivo y los asistentes portaban banderas de España y otras de color rojo, además de globos rojos, azules y blancos.

Tiene una cierta gracia y corresponde a un deseo de restar dramatismo a lo que, por su propia naturaleza, no puede ser más triste y preocupante.

Según los organizadores participaron más de 600.000 personas entre las que se vieron al portavoz de los populares europeos, Jaime Mayor Oreja; el padre de la niña Mari Luz, Juan José Cortés y la concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento de Madrid, Ana Botella.

En Sevilla, miles de personas se concentraron en la Plaza Nueva secundando la protesta nacional y la prensa recoge el testimonio de un padre que espera su sexto hijo y cuya mujer se negó a abortar del segundo, afectado por el síndrome de Down.

También ha habido manifestaciones parecidas en otras muchas capitales andaluzas destacando en todas ellas la participación de las hermandades y cofradías.

Lamentablemente ya se sabe lo que va a suceder con todo esto. El presidente se lo pasará por el forro… se olvidará de su talante y abrirá su más mefistofélica sonrisa.

Con independencia de lo que pueda ocurrir tras un vuelco electoral previsible, pienso que, como las heridas y los desamores, esto no tiene más arreglo que el que proporciona el tiempo. Con el transcurso de los años, habrán venido al mundo hijos de los jóvenes que ayer se manifestaban contra el aborto y se habrán agotado sin existencia de recambio los que votaron a favor de la ley. El viejo Cronos es así. Los primeros anularán el precepto legal y todo resuelto.

Mientras tanto habrá que instalar en el almanaque un segundo día que conmemore la matanza de los inocentes. Pero Zapatero no podrá nacer más.

sábado, 6 de marzo de 2010

El celemín de Adolfo Arenas.

El presidente del Consejo ha dicho que “desde la luz encima del celemín, posiblemente las cofradías den a la sociedad el ciento por uno”.

Pues sí, señor. Y lo que nunca terminan de entender los cofrades es porqué, como una constante molesta, repetida año tras año, tengan que andar defendiéndose de los que, desde su más supina ignorancia, las atacan y critican sin razón.

Al socaire de los comentarios suscitados por la obligación impuesta de tener que adaptar la Carrera Oficial a una ley de 1982 que tiende al incremento de la seguridad, se ha abierto la espita del globo de las preguntas malintencionadas de qué es lo que hacen las Hermandades con el dinero que reciben a lo que conviene responder con la más descarnada crudeza que simplemente recoger lo que es suyo, lo que les corresponde, lo que se ganan con su trabajo voluntario y honrado para poner en la calle los cortejos procesionales.

Ninguno de los que formulan estas interrogantes preñadas de mala intención se preguntan primero de dónde sale el dinero que cuesta poner una cruz de guía en la puerta de un templo. (De los presupuestos oficiales,no, por supuesto).

Si no existiera la Carrera Oficial y las sillas no se pagaran habría que echar el cierre (que posiblemente es lo que desean estos críticos repetitivos) y no solo no se podrían sacar los pasos a la vía pública sino que todos los artesanos que viven de los pedidos de las Cofradías: los imagineros, los tallistas, los orfebres, los bordadores, los cereros, los doradores, los floristas, los confeccionistas de túnicas y capirotes… se quedarían sin trabajo y tendrían que acudir a engrosar las nutridas listas del paro.

Por eso el itinerario oficial de las Hermandades es tan importante y todo lo que se haga para su conservación y mejoramiento será bienvenido.

Me genera un cierto sarpullido el temor de que se aborde una reforma sustancial de este trazado como viene propagándose desde principios de la Cuaresma cuando esta hipótesis fue dejada caer por este presidente que con tanta profesionalidad y eficacia ha llevado la negociación con las autoridades locales para que el impacto de la aplicación de la ley citada quede reducido simplemente a la pérdida de 512 sillas.

Abandonar el esquema tradicional del camino que recorren las Hermandades para llegar a la Catedral desde la imposición del Cardenal Niño de Guevara en 1604 me parece un atentado histórico cuyas consecuencias conviene meditar con mesura. Este empezó en la fachada trasera del Ayuntamiento y fue extendiéndose por la calle Sierpes en dirección descendente hasta la Campana. Y en cuanto al uso y disfrute del espacio urbano pagando por ello, su remoto antecedente puede hallarse en la decisión del Alcalde García de Vinuesa tomada en 1863 de colocar sillas que se alquilaban a cuatro reales al día en ese sector trasero de las Casas Consistoriales

Con ello, más un complemento que aportó el Gobierno de la Nación, en vista de la pasividad del Ayuntamiento, empezaron a obtenerse en 1869 los fondos necesarios que venían solicitando las Hermandades para hacer estación de Penitencia a la Catedral.

En el respeto a la tradición se han asentado siempre las Cofradías. Forzar su brújula a pegar un giro puede ir en contra de su propia naturaleza.

(LA RAZON: 5 DE MARZO DE 2010)

jueves, 4 de marzo de 2010

Los toros y la subida del IVA

No se si a alguien ha llamado la atención como a mí la coincidencia de dos debates: Los toros en Cataluña y la subida del IVA. La fiesta brava ha empezado a discutirse en el Parlamento catalán en sospechosa simultaneidad con el propósito del Gobierno de subir el Impuesto sobre el valor añadido que pasaría en el principio del verano del dieciséis al dieciocho por ciento.

Los economistas expertos se oponen a esta medida aduciendo que en vez de incrementar la demanda de productos y servicios habrá de reducirla con lo que la recaudación será menor porque también bajará el consumo y no se conseguirá empezar a salir de la crisis sino penetrar más en ella.

En circunstancias normales, a las voces disidentes se habrían sumado las catalanas ya que esta disminución afecta por igual a todos. Pero no ha sido así. Inquietante silencio. Y, sin embargo se han movido de tal forma en torno a un tema que incide directamente sobre la memoria histórica, las costumbres heredades y la propia satisfacción de los espectadores como es la Fiesta de los toros a la que, como se ha repetido, atacan más desde la manipulación política que desde los argumentos discutibles.

Habrá que preguntarse por qué. Y la respuesta es muy clara. Porque el aumento no servirá para nada a los españoles en general exceptuando a los catalanes. El IVA que venía concediéndose al ejecutivo catalán en porcentajes variables, pero prudentes, por gobiernos anteriores, fue cedido en su totalidad por el del señor Rodríguez Zapatero a fin de conseguir su apoyo en una circunstancia anterior.

Esto significa que esta recaudación procedente de los productos fabricados en Cataluña y vendidos allí o en cualquier punto del mapa hispano, nutre exclusivamente las arcas catalanas… y los productos españoles vendidos en aquella Comunidad, también. Y, en consecuencia, el aumento les viene pintiparado porque aunque allí se pague igualmente, sus beneficios irán regalados a los que pagaron.

¡Ah, queridos, amigos!... Hay que exhumar el pan y circo. Hablemos de los toros. Traigamos a un señor de fuera con un apellido rarísimo para que nos explique el daño que hace un estoque… escuchemos a Salvador Boix que es el oráculo de José Tomás… encarguemos una conferencia a Joselito que sigue tan triste como cuando se retiró de los ruedos… todo menos hablar de la antigua pela.

¿Que el impuesto pasa del 16 al 18 por ciento…? ¡Bien por Elena Salgado! Mañana le enviamos un peluquero nuevo y otro traje de chaqueta. Aquí no se habla de esa cosa tan incómoda que son los impuestos. Vamos a discutir de toros y así tenemos a la gente enredada y distraída.

¡Anda que no!

martes, 2 de marzo de 2010

Moeckel pregona en Madrid.

Joaquín Moeckel ha pronunciado este año el XVI Pregón de Semana Santa que organiza la hermandad de Los Estudiantes de Madrid.

Leo que ya el anuncio de esta intervención levantó amplias expectativas en el orbe cofrade madrileño y que el abogado las ha satisfecho con creces.

Me alegro mucho.

He sabido que el pregón comenzó con la reproducción por megafonía de la I Saeta del Silencio, a la que siguió la presentación del pregonero a cargo de Paco Robles.Que tras ésta, de nuevo en megafonía sonó la marcha Inmaculada Madre de la Iglesia, obra de Abel Moreno y dedicada a la titular mariana de la hermandad y que Joaquín empezó diciendo que ser cofrade en Sevilla es muy fácil pero en Madrid muy complicado y que articuló un discurso a modo de mensaje de un cristiano que habla claro, de un cofrade para cofrades y no cofrades y no eludió las cuestiones candentes contra las que todo buen cofrade se revela hoy como son la eutanasia, el aborto o la retirada de los crucifijos.

Ha llegado a mis oídos igualmente que empleó un tono íntimo, personal y, por supuesto alejado de barroquismos poéticos. Y me parece muy bien.

He recordado que Joaquín Romero Murube no incluyó en su Pregón sevillano de 1944 ninguno de sus versos aunque dedicó gran parte del mismo a la Epístola moral a Fabio y que, tras haberlo desarrollado más en el proscenio que tras los micrófonos del escenario, hasta terminó de una forma extremadamente coloquial:

“… como no sé si he dicho lo que quería decir, ni cómo he dicho lo que he dicho, me despido de ustedes de un modo más llano y español: Señoras y señores, quedaos siempre con Dios”

Un ejemplo inolvidable.-