jueves, 26 de mayo de 2011

La corrida de la prensa.

Si algún aficionado alberga la esperanza de encontrar el cartel de toros y toreros de la corrida de los periodistas de Sevilla en las combinaciones del abono que presenta la empresa semanas antes del comienzo de temporada, puede esperar en vano.

Por desgracia ya es un acontecimiento del pasado que, al menos, ha servido para que Santiago Sánchez Traver lo recoja en la obra "Un siglo de Corridas de la Prensa" que, aunque han pasado casi dos años desde que se presentara el 17 de noviembre del 2009 en el Salón de los Carteles de la Plaza de Toros de la Maestranza, aun sigue recogiendo firmas del autor en la actual feria del libro.

Una de estas últimas corridas, la de la temporada de 1993, se retransmitió en directo por la Uno de TVE y los comentaristas fuimos Fernando Fernández Román y yo.

El cartel lo formaban Tomás Campuzano, Alejandro Silveti y Luis de Pauloba y los toros fueron de Prieto de la Cal, uno de los reductos ganaderos de la vieja sangre Veragua cuyos propietarios enviaron para la ocasión un encierro de seis toros y dos sobreros, todos magníficamente presentados y de pinta melocotón que eran una verdadera preciosidad.

Bonitos y con muchísimo trapío fueron también los de Alcurrucen lidiados en Madrid en esta corrida que allí sigue celebrándose anualmente dedicada a la comunicación. La presidió el Rey ,continuador de las relaciones de la Corona hispana con la Fiesta de los toros que acaba de resumir brillantemente Juan Manuel Albendea en “Desde la Maestranza”. Y Castella cortó una solitaria oreja a un excelente toro del hierro de los Lozano con calidad y profundidad en las embestidas y ostensible transmisión que, sin embargo, no llegó suficientemente a los tendidos.

A este magnífico animal le hubieran perdonado la vida en cualquier otro coso, ahora que tanta falta hace la sangre brava y Sevilla ha abierto sin rubor el portón de los indultos. Sin embargo no ocurrió nada de eso. Castella lo toreó a placer. Tanto que se le fue el tiempo y oyó un aviso. La oreja fue merecida. La ausencia de premio al toro, injusta.

Su Majestad estuvo acompañado por el Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando Gonzalez Urbaneja y por un espectador que tal vez esté abonado en ese sitio y al que posiblemente no avisaron de la real presencia porque se presentó en mangas de camisa.
Don Juan Carlos comentó las incidencias de la corrida tanto con uno como con otro y, con su discreción habitual, se guardó mucho de formular una pregunta que a nadie hubiese extrañado: ¿Por qué no te pones la corbata?

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