domingo, 30 de junio de 2013

GORI GORI POR GIRALDA

No quisiera la similitud de esta “entrada” con el eco campanudo de la voz del sochantre cantando exequias fúnebres en un entierro, pero me temo que no lo voy a poder evitar. Si se cumple lo anunciado, hoy cierra la televisión municipal del Ayuntamiento de Sevilla. Hoy le quitan al enfermo terminal que era desde hace dos años Giralda TV los cables del respirador artificial de la programación de archivo. Hoy se convierte en un encefalograma plano el hálito vital de esa televisión que llevaba por bandera nada menos que el nombre de la torre más emblemática de la ciudad. Hoy pasará a ser un agujero negro, como puede ser el de las perspectivas de su futuro, lo que, con ilusión y esfuerzo se ha venido manteniendo a duras penas hasta llegar aquí.

Lo que mal empieza, mal acaba. El aserto vuelve a adquirir con este final la confirmación del vaticinio. Giralda TV, como televisión municipal, empezó mal y ha acabado peor. Empezó con trampa. Con la licencia de la señal analógica que le cedió Onda Giralda en base a unos acuerdos que no se hicieron públicos, pero que pudieron suponerse cuando se conocieron los primeros contratos. Esta argucia permitió a la teledifusora mantenerse en el éter antes de recibir la licencia en TDT.

Pero a partir de ahí comenzó su ruina, con un desbordamiento de los costes inasumible por la venta de publicidad y las subvenciones con cargo a las arcas del Municipio. Pablo Castilla, el último director que tuvo la emisora antes de municipalizarse, trasladado como administrador a su nuevo organigrama en virtud de los acuerdos mencionados antes, lo advirtió reiteradamente sin que nadie le hiciera caso. Récord de pérdidas: 14 millones de euros en los dos primeros ejercicios.

Zoido,el alcalde, cuando se hizo con las llaves de la despensa de la Casa Grande, en Junio de 2011, se comprometió a salvar de la quiebra a la empresa para defender sus puestos de trabajo contando para ello con la inestimable colaboración de su Teniente de Alcalde delegado de empleo, economía, fiestas mayores y turismo, Gregorio Serrano. Nadie les ha ayudado y menos los que por mantener la O de obrero en sus siglas estaban más llamados a hacerlo. El canal deja de emitir tras acumular 11,5 millones de deuda.

El 'apagón' de Giralda TV es fruto de esa gestión ruinosa. Unos gastos millonarios que requerían constantes inyecciones económicas, una costosa programación externalizada al cien por cien, una previsión de ingresos publicitarios irreal, elevados sueldos y un desproporcionado tren de gastos protocolarios de sus directivos.

Algunos de los causantes de este descalabro todavía se permiten impartir doctrina y darnos lecciones de ortodoxia democrática desde los programas de tertulianos de la televisión. ¡Y no tienen cara, ni na!

martes, 25 de junio de 2013

EL GUION ERA DE PANCHO

Aquel verano Olivares se convirtió en un plató de cine. El pintoresquismo de sus calles y la autenticidad de su legado histórico presente en sus monumentos y casas señoriales vinieron a buscarlos las gentes del Séptimo Arte.

Un elenco que encabezaban figuras tan conocidas de la pantalla grande como Antonio Ferrandis, al que aun aguardaba la extremada popularidad que poco después alcanzaría con el personaje de “Chanquete” en el “Verano Azul” de la televisión, Isela Vega y Patricia Adriani, se ponía a las órdenes de un director hispanocubano, Roberto Fandiño, para rodar “Maria la Santa” drama rural basado en la obra teatral “Campanada sin eco” que había escrito Fernando Macías y que adaptó para la ficción cinematográfica Pancho Bautista.

Pancho ha muerto hace unos días. Tenía solo sesenta y ocho años. En la época de la longevidad, eso es casi ser joven. Mucho más lo era obviamente en aquel entonces. Corría 1977. Empezaban a respirarse aires nuevos de libertad y andalucismo y aun no habían llegado los políticos para hacerlos suyos.

Antonio Ferrandis interpretaba al párroco del pequeño pueblecito de ficción donde se desarrollaba la trama. Isela Vega era La Mulata… Patricia Adriani, la protagonista… y también participaba nuestro convecino Idilio Cardoso en un papel de periodista preguntón y Joaquín Arbide que no actuaba sino que aprendía de Fandiño en labores de segundo director.

Recordando el quehacer ilusionado y pionero de Pancho me ha venido a la memoria esto también. Como otro de sus guiones para adaptaciones fílmicas, el que construyó sobre la novela de Manuel Barrios “La espuela” y, por supuesto, su obra más completa y personal como director, esa “Se acabó el petróleo” en la que logró un prodigio de hilaridad reuniendo en la misma cinta a esos auténticos ases del humor andaluz que fueron, Pepe da Rosa y Paco Gandía con Josele y otras figuras de la escena y la pantalla de esta tierra.

De ella, de Andalucia. Bautista no quiso salir para soñar, para vivir y para dedicarse sin traspasar sus fronteras a lo que más le atraía, el cine y los toros. Seguidor incansable de Curro Romero, fue tras sus pasos por los ruedos hispanos con un equipo de rodaje esperando siempre el milagro escultórico de su toreo. Y divulgador de la esencia del Arte de Cúchares, reunió datos y remembranzas para trenzar la historia de la taurinísima familia de Pepe Luis que protagonizó su documental “La saga de los Vázquez”.

No hace mucho, Asecan le concedió un premio. Poco me pareció entonces. Y ahora también.

jueves, 20 de junio de 2013

PARA HABLAR MEJOR EN LA IGLESIA

Y va de libros: El de Monseñor Camilo Olivares, presentado en la basílica del Gran Poder, de cuya Hermandad es director espiritual hace más de cuarenta años, que lleva por título De oratoria sagrada (cursillo breve y ejercicios prácticos) prometo leérmelo en cuantito pueda.
Los que ya  lo conocen han dicho que, en sus páginas, el ilustre presbítero hace un alegato de la oratoria, se detiene en sus características y ofrece consejos para su ejercicio en forma de pautas sencillas de gran interés y utilidad para poder mejorar su empleo.

Personalmente él ha añadido que intenta resaltar su importancia afirmando que la oratoria es una disciplina artística. Y que antes había grandes oradores civiles y religiosos.

Ahora, no. Pero se ha guardado mucho de poner esta negativa en sus labios.

Ni en la oratoria sagrada, ni en la parlamentaria, ni en la forense existen hoy aquellos nombres que encumbraron el arte de la locuacidad. Los cofrades que peinamos canas recordamos como oradores de fuste en los quinarios de regla a los jesuitas Carrillo de Albornoz, Linares, Martínez de la Torre, Martínez Ruiz, Medina, Sobrino…al redentorista Carrillo Sevillano.. al claretiano padre Gutiérrez, a los salesianos, a los franciscanos… a los canónigos Garrido Horta, Garrido Mesa o Gil Delgado…incluso al vicario general del Arzobispado don Tomás Castrillo Aguado.

Nadie evoca ninguna de estas personalidades de la Iglesia Hispalense en un púlpito provistos de un mazo de cuartillas. Sabían hablar. Y hablaban. Con cuatro ideas enjaretaban un discurso. Sin llevar escritas más que a lo sumo cuatro o cinco frases en un diminuto trozo de papel.

El político Santiago Carrillo hacía lo mismo. Y el sindicalista Marcelino Camacho. Y algún pregonero de la Semana Santa de Sevilla, como el poeta Joaquín Romero Murube o el  letrado José Luis Campuzano Zamalloa

Pero conferenciar sin papeles no significa haber dejado de preparar con antelación suficiente lo que se va a decir. Si “de la abundancia del corazón habla la boca” como escribe Mateo en su evangelio (15 – 18,19) y  repite Lucas en el suyo (6-45) las palabras de la traducción verbal han debido ser preparadas antes.

Toda gloriosa improvisación esconde muchas horas de ensayo. Dijo alguien también.No está en los evangelios, pero es verdad.

Y el mundo de hoy es el de la televisión. El que mantiene una imagen en pantalla entre dos y seis segundos de promedio. Y utiliza expresiones de uso frecuente cuyo significado no haya que buscar en los diccionarios.

Esta es la premisa inicial que debe abordar el que toma la palabra. Lo demás viene después. Por supuesto lo que, como fruto de su experiencia, haya escrito don Camilo.

domingo, 16 de junio de 2013

INDICIOS SORPRENDENTES


Me encuentro de vez en cuando a José María Pérez Orozco en Canal Sur en “La semana más larga” ese programa que presenta el ingenioso y divertido Manu Sánchez, descubrimiento televisivo de mi hijo Ángel en una de sus producciones de ZZJ para la cadena andaluza.

Antes le veía únicamente a la entrada de Valencina de la Concepción, en la Venta del Bobito. Y lo hallaba igualmente en el resumen de su conferencia sobre la forma de hablar andaluza que se localiza en el Youtube, esa fenomenal videoteca presta siempre a atender nuestros deseos desde el ordenador. Lo malo es que para dar con él ahí es inevitable soportar primero al introductor de su charla, un pobre señor que debe ser profesor de la Hispalense, debajo de cuyo escudo mural diserta y que genera una corriente tan agria de comentarios, entre los que el más amable le llama “catalufo”, que más parece que en vez de dedicarse a enseñar filología, a lo que intuyo se dedica, ha invertido sus horas en suspender a troche y moche a los que ahora le zahieren.

Pena me da que el catalufo sea el presentador y que el discurso lo desarrolle el hermano de mi amigo Alfonso Eduardo,( inolvidable locutor de Radio Vida y creador de aquel “Que grande, ser joven” que hizo raya en la historia de la radio musical) en la Universidad hispalense de la que, después de haber concedido su premio de cultura a Pérez Reverte, uno de los escritores que con más bofetadas literarias ha obsequiado a esta tierra, puede esperarse todo.

Cómo será que el premiado en un rapto de sinceridad que le honra confesó, al recibirlo, que “a veces habla con dureza de Sevilla porque se habla así de lo que uno ama”. Vale, Arturo, vale. Las palabras me suenan a “excusatio non petita…”, pero vale. Intentaré acabar tu última novela. Trabajillo me está costando.

No puedo hacer la misma promesa con la que ha ganado el último Ateneo porque se me ha pasado la edad. Desde que las riendas las dejó Planeta, se ve que las trayectorias de los premiados ofrecen curiosas y casuales coincidencias: empiezan obteniendo primero el Ateneo Joven y luego…ganan el otro de novela. Lo siento, me quedan muy atrás.

Iba a decirte, José María, que voy a recomendar tu programa a los que hacen ahora “Tendido cero” en la Dos de TVE, todos castellanos parlantes, con unas eses finales que llegan silbando a los oídos, pero que dicen (Javier Hurtado) que los datos son “indiciarios”, como si leyeran los papeles de un pleito o de una pesquisa policial, cuando quieren decir “indicativos”.

Y eso que los andaluces no sabemos hablar.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL PAPA ROCIERO

He tenido que refrescar la memoria consultando anotaciones y recortes. En las dos “entradas” que preceden a ésta es posible que alguien haya escuchado de lejos la voz salvadora de unos arrugados papeles saliendo desde la concha del apuntador.

Ya dije en una de esas “entradas” que estuve allí. En la primera visita del Papa al Rocío. Y me dí cuenta de que había vivido una hermosa experiencia cuando desde el interior de la Unidad móvil donde tenía mi puesto de comentarista contemplé cómo, en medio de la inevitable nube de polvo, se alejaban los automóviles que devolvían al Vicario de Cristo al espacio deportivo de la aldea donde le esperaba el helicóptero que le traería de regreso a Sevilla: Un Superpuma, con cuatro sitios en la cabina delantera y ocho detrás.

No debía cogerme por sorpresa. Su Santidad visitó las arenas almonteñas en Junio pero en Enero ya se sabía en La Uno de TVE qué era lo que había que hacer. Y en el Congreso Eucarístico se venía trabajando con mayor antelación, añadiendo al proyecto inicial felices iniciativas como algunas de las que llevaron a cabo las hermandades por sugerencia de aquel inolvidable hermano mayor de la Macarena que fue José Luis de Pablo Romero.

José María Javierre, el sacerdote, periodista, escritor y pregonero de la Semana Santa, también de imperecedero recuerdo, actuaba como experto de estos temas en Canal Sur, con la que “los de la Uno” tuvimos la suerte de trabajar juntos bajo la inteligente coordinación de Juan Ramón Mediavilla, director de Producción Ejecutiva de retransmisiones de TVE.

Javierre no iría como narrador audiovisual ni a Huelva ni al Rocío, pero estaba en otro set, y creo rememorar que le acompañaba Carlos María Ruiz, cerca del mío, para describir desde dependencias de la planta baja del Palacio Arzobispal, en la fachada donde instala la Hermandad de la Cena sus imágenes en el Corpus. el sábado doce a mediodía, la llegada del Pontífice a la plaza de la Virgen de los Reyes tras haber sido recibido por los Reyes en el Aeropuerto.

Confieso hoy que me inquietaba esta circunstancia. El cura periodista viajaba frecuentemente al Vaticano donde vivía su hermano que era el Cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. Conocía de vista a todos los componentes del Séquito Pontificio, un grupo selecto de treinta y cuatro personajes que encabezaba el Cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, y en el que se alineaban maestros de celebraciones litúrgicas, oficiales de la Secretaría , los directores de Radio Vaticana y de “LÓbservatore romano” y hasta el capitán y el sargento de la Guardia Suiza. Yo no recordaba los rostros de casi ninguno de ellos. Menos mal que, por lo menos, al director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Vals, sí lo conocía y, con sus buenos oficios, pude proveerme del material gráfico y fílmico que necesitaba si, en el curso de la transmisión en directo, me surgía la necesidad de identificarles sin cometer errores.

Prácticamente no me hizo falta. En Sevilla, en Huelva, en los lugares colombinos y en el Rocío el Papa lo llenaba todo. Incluso hoy, veinte años después, colma la sucesión de escenas que evoco y todas desfilan por mi memoria como desvaídas al lado de una imagen deslumbrante: El Papa, entre dos obispos, orando arrodillado ante la Virgen del Rocío. Algo le diría la Señora cuando al incorporarse pronunció esa frase lapidaria que ha permanecido como conclusión del pensamiento papal después de la visita: “Que todo el mundo sea rociero”

domingo, 9 de junio de 2013

EL PAPA EN EL ROCIO.VEINTE ANIVERSARIO

No llegó en carreta, sino en helicóptero. No se movió en un charré, sino en automóvil. No coronó con su silueta la vaticana Columnata de Bernini, sino que se asomó al balcón que le había diseñado Luis Becerra y construido el almonteño Matías Aceitón. Acababa de arrodillarse en el interior del Santuario a los pies de la Blanca Paloma flanqueado por el obispo de la diócesis onubense Rafael González Moralejo y su auxiliar, que luego sería su sucesor, Ignacio Noguer Carmona.

Desde atrás, también con las dos rodillas en tierra, tenía el privilegio de contemplarle de cerca el presidente entonces de la Hermandad Matriz Angel Díaz de la Serna.

Era mediados de Junio. Y hacía mucho calor. Pero el gentío que se fue congregando desde el mediodía en la explanada que se extiende ante la puerta del Santuario por la que aparece la Virgen cada lunes de Pentecostés parecía no reparar en ello. También era lunes. Desde los cuatro puntos cardinales de España habían llegado rocieros para vivir el momento histórico: la primera vez que el Vicario de Cristo visitaba el Rocío.

Impaciente espera porque el Pontífice había de trasladarse antes a los Lugares colombinos. La previsión protocolaria fijaba su llegada al helipuerto ocasional de la aldea almonteña, instalado en el campo de futbol, a las seis y veinte de la tarde, pero el helicóptero papal y los otros cinco que ocupaban las personalidades de su séquito no aterrizaron hasta las siete menos diez.

La muchedumbre en ese momento, a solicitud del canónigo de la Catedral de Huelva Antonio Bueno, saludó la aparición agitando banderas y pronto se fundieron con el repique del Santuario, el de todos los campaniles de las capillas de las Hermandades filiales y los gritos de ¡Viva el Papa rociero!.

Fijaba también el protocolo que la estancia durase una hora y que Juan Pablo segundo la diese por concluida a las 19.40 trasladándose entonces de vuelta al helipuerto.

No sucedió así. El Papa se marchó pasadas las ocho. Y se le notaba que no tenía ganas de irse. ¿Qué sabrán los vaticanistas de los relojes del Rocío?

viernes, 7 de junio de 2013

VEINTE AÑOS DE LA VISITA DEL PAPA AL ROCIO

Fue el catorce de Junio de 1993. Ahora se cumplen veinte años. Una fecha histórica para toda la cristiandad, pero de manera especial para los rocieros. Su Santidad el Papá Juan Pablo segundo, en el último acto de las tres intensas jornadas que dedicó a Andalucía, llegó hasta las plantas de la Blanca Paloma y se postró ante Ella para rezarle.

Era la segunda vez que venía a Sevilla y lo hacía en esta ocasión a fin de clausurar el cuadragésimo quinto Congreso Eucarístico Internacional, pero también era la primera que se llegaba en visita pastoral por Huelva a la que proclamó Cuna del Descubrimiento y núcleo de devoción mariana universal destacado por su amor a la Virgen.

La capital onubense, Moguer, Palos de la Frontera, la Rábida y el Rocío vibraron con la presencia del Pontífice que convirtió a la provincia en centro espiritual del mundo cristiano.

El Papa había llegado a Sevilla once años después de haberla visitado por vez primera en 1982. Ahora la finalidad primaria de su presencia consistía, como digo antes, en presidir la clausura del congreso en la llamada Statio Orbis,en el recinto de Los Remedios, donde se congregó una multitud incalculable de fieles en un acto que contó con la asistencia de la Familia Real.

Luego Su Santidad viajó en helicóptero a los Lugares Colombinos para conmemorar el Quinto Centenario de la Evangelización de América. Ofició la Santa Misa al aire libre en Huelva, ante más de cincuenta mil personas en la Avenida de Andalucía, concelebrada con cinco cardenales, veinticuatro obispos y casi doscientos sacerdotes … coronó a la Virgen de los Milagros en el Monasterio de la Rábida… estuvo en la Iglesia de Santa María de la Granada en Moguer …oró ante el Santísimo Cristo de la Sangre en Palos de la Frontera … y terminó en el Rocío.

Fue el último acto de su visita al feraz rincón de la marinera y descubridora Onuba, pero por mucho tiempo se recordará por esta singularidad inédita: por primera vez en la historia un Papá pisaba las arenas del Rocío.

Yo estuve allí y lo comenté para el mundo entero ante las cámaras de la Televisión Nacional Tendré que seguir desgranando recuerdos en las próximas entradas de este blog.

martes, 4 de junio de 2013

RECUERDO TRISTE


He arrancado el recorte y lo voy a conservar guardado en esa carpeta en la que también podría incluir la flor marchita, la carta postrera y el lazo anudado que adornó su melena la última vez. Así es de nostálgico. Pero no tiene nada que ver ni con amores imposibles ni con aventuras lejanas. Se trata de una hoja de papel recortada del periódico del día. Si me atreviera, lo intentaría abriendo un archivo en mi escritorio de Internet, pero prefiero el testimonio escrito. Como hago con las mortuorias. Para acordarme cada cabo de año.

Una muerte anuncia su texto también. La de los Astilleros de mi ciudad. En el río aparece fondeado el fantasma del barco que nunca pudo terminar de nacer en ellos. El casco neonato de un buque al que le impidieron surcar ríos y mares con el aura perfumada de azahar de su venida al mundo en el lecho húmedo de una grada sevillana.

Ahora lo remolcarán hasta Vigo donde los gallegos de las Factorías Vulcano completarán la obra que los operarios de por aquí, herederos de una de las más históricas tradiciones de constructores de buques, comenzaron en las atarazanas hispalenses.

Estos, Fabio, ay dolor, que ves ahora, campos de soledad, mustio collado… fueron un tiempo Itálica famosa.