domingo, 28 de diciembre de 2014

Y EL MÁS INOCENTE, YO


Aunque la Radiotelevisión Española que fue nuestra casa, centro de trabajo y lugar de encuentro con amigos, colegas y compañeros pocas veces o casi ninguna vez se acuerda de los que nos dejamos parte de nuestras vidas y gran porción de nuestros sueños trabajando en ella, este humilde bloguero aún mantiene encendida la llamita de su inocencia que le hace sentirse parte de su estructura, aunque obsoleta por su oxidada aportación personal, y acoge como suyos algunos de sus proyectos.

El de la gala de Inocente Inocente en la 1 ha sido el último. Errónea decisión. Mejor hubiera sintonizado cualquier otra cosa. El programa del año pasado fue malo. El de este año, peor. Aunque dicen que ha alcanzado un 12,7 % de audiencia reponiéndose así del resultado de la ocasión precedente.

Malos y sin gracia los gags… falsas las situaciones… muy divertidos entre ellos mismos los “nuevos” presentadores, sin cadencia y sin ritmo el programa en sí.

¡Cómo me acuerdo de aquella Cárcel de Papel que publicaba Evaristo Acevedo en la Codorniz!... Tras de sus rejas habrían ido a parar sus responsables condenados a leer de por vida las obras completas de Jardiel Poncela, Mihura, Paso, Muñoz Seca y el mismo Acevedo.

Sí. Ya se que se me nota la edad que tengo. Y eso me avala para escribir lo que escribo. Locutor de Radio Nacional desde diciembre del cincuenta y cinco…redactor y presentador de Televisión desde mayo del setenta y cuatro…
Jefe de informativos de TVE Centro Territorial desde octubre del ochenta …delegado para Andalucía de la Dirección Comercial y Gerencia de Publicidad desde noviembre del ochenta y cinco.

De la quema se salvó  Mariló Montero y  Francis Lorenzo. La primera se vio envuelta en un embrollo incomodísimo. Francis en una situación dramática, tensa y absurdamente reivindicativa. Ambos supieron salir airosos con entereza y categoría.

Lo demás… una plasta. Para mí, sin paliativos. Entre Inocente e inocente, el más inocente, yo.


viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Y DÓNDE DEJAMOS AL ÁRBOL?

Los de Correos hicieron puente el día 24. Si no todos, que no lo he averiguado, al menos los de la estafeta que visito para mis asuntos postales.

Pensé al encontrarme las oficinas cerradas que tal postura hubiera sido imposible pocos años atrás cuando aquellos esforzados funcionarios aparecían en las puertas de las casas con amplias carteras de cuero rebosantes de chritsmas  y se esforzaban hasta llegar a figurar en el NODO como protagonistas de algunas hazañas de sabuesos dando con el domicilio correcto de esos padres de soldados lejanos que a duras penas habían escrito en el sobre sus apodos y su pueblo para felicitarles la Navidad.

Igualito que ahora, que te falta un perejil en el DP y te echan para atrás la carta urgente sin devolverte la sobretasa.

Se pueden cerrar las administraciones en pasajeras holganzas porque no hay chritsmas, o se usan muchísimo menos y los que resisten son reproducidos por internet y los usuarios se ahorran el sello.

También va pasando la costumbre de los árboles que diezmaban un tiempo los bordes de las carreteras comarcales hasta que llegaron los chinos sustituyéndolos por los de plástico.

La costumbre de instalar en los hogares árboles de Navidad nunca me pareció ni pagana ni extranjerizante. Josefina Carabias recordó en una de sus docentes colaboraciones periodísticas que el árbol es una tradición piadosa de las más antiguas. Nació en los países nórdicos y viene de cuando, por no existir todavía templos, los cristianos se reunían bajo el árbol más frondoso. A ese árbol se le llamó “christmass tree” que significa árbol de la misa de Cristo. Por eso  los chritsmas de los que venía hablando se conocieron con esa denominación que originariamente dispuso de una repetida ese en la primera palabra luego perdida al ser llamados chritsmas card.

Hoy los árboles no son refugios exteriores protectores de los que rezaban sin iglesias, sino soportes de regalos sustentados con guirnaldas de papel de plata.Otra vez la tarjeta de compras. Qué se le va a hacer.


jueves, 25 de diciembre de 2014

EL NACIMIENTO




¿Cómo fue aquello, qué fue?
Solos la Virgen María
y su señor San José.
Ese quejido, esa alarma...
¿quién lo escuchó aquella vez?
Esa zozobra “¿te duele? “...
Ese temor de mujer,
de madre joven que estrena
el fruto de su preñez,
sin claridades de día,
¿Cómo sería sin ver,
con el silencio rasgado
entre la mula y la res?
Toda la tierra expectante.
Todos los ríos con sed.
Todos los nidos vacíos.
Todos los panes sin mies.
Y todas las madreselvas
y jacarandas sin miel
sin granazón, sin futuro,
sin herederos, sin él
porque El estaba naciendo
en un portal de Belen.

Y,cuando el orbe lo supo
y se pararon los pies
de los que aprisa corrían
buscando plata de ley
cabalgaduras briosas
con lujosísimo arnés
y los sillones de lujo
con alfombrado escabel...
Todos los ojos a una
se deslumbraron al ver
que en una cueva dormía
el mismo Dios que hombre fue:
Un niño recién nacido
entre una mula y un buey.

JOSE LUIS GARRIDO BUSTAMANTE
(Del XXIX Pregón de la Navidad).

Con ello os deseo de corazón ¡MUCHAS FELICIDADES!

sábado, 20 de diciembre de 2014

ENTRE LA REALIDAD Y LA FARSA



Es inevitable: la pantalla del televisor se llena de abetos nevados, renos inquietos y bondadosos viejos. Nos ha invadido la Navidad foránea, la que justifica su anticipación por el deseo comercial de hacer caja y aparece ese personaje que es muy posterior al sueño inventor del belén y unos llaman Santa y otros Papa Noel cargado con la consiguiente bolsa rebosante de regalos.

Es la reiteración de la superchería, la farsa superpuesta a la realidad porque el belén o nacimiento que repite la representación de la venida al mundo de ese personaje, único e irrepetible, al que llamaron Jesús, está basado en hechos ciertos que fueron escritos y se creó muchísimo antes. Nada menos que del siglo trece, que ya ha llovido, data la construcción del primero.

Unos datos guardo que lo acreditan. La costumbre de evocar la venida al mundo de Jesucristo arranca de la noche de Navidad de 1223 cuando Francisco de Asís concibió el proyecto de revivir de forma sensible los hechos narrados por los evangelistas acontecidos en la cueva de Belén.

Esta idea fue propagándose a lo largo de los siglos haciéndose hábito familiar heredado generación tras generación.

Los corchos… el portal… las figuritas de barro… María y José… el Niño recién nacido… pasaron, a través del tiempo, de la efusión piadosa del Santo de Asís, a los hogares adornados con la ilusión de las Fiestas Navideñas.

Luego… muy luego, mucho después, apareció Papa Noel. Falso, imaginado, con barba postiza y con la tarjeta de compras de los grandes almacenes.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL LITERARIO GIRO DE LA GUADAÑA


Hoy no hubiera podido ser. Al poeta novel José Zorrilla le habría resultado imposible darse a conocer en el entierro de Mariano José de Larra leyendo en el cementerio un poema necrológico dedicado a su memoria.
Repasé el texto completo el pasado noviembre, servido con presteza por Internet.
En la actualidad eso sería imposible porque antes habrían aparecido en las páginas de los periódicos textos bellísimos escritos por los amigos del difunto.
Es lo que ha sucedido con la muerte de Rafael de Cózar a quien yo conocí tiempo ha y del que lamento su desaparición y el sorprendente suceso que la ha amparado.
A su finalidad enunciativa, la prensa añade la explicativa. La simple exposición de lo que acontece, superado hoy por la radio, la televisión y hasta por los mensajes de los móviles, se viene completando con la justificación de los hechos y su análisis en profundidad.
Pero a estos objetivos se suma ya un depurado gusto por las formas que, si en lo estético adquiere su reflejo en maquetaciones ágiles, en lo literario asciende a elevadas cimas.
Acaba de ocurrir con este óbito. Ante el féretro del escritor fallecido han venido a caer los crisantemos de los más inspirados y sentidos textos. Y la ofrenda luctuosa se ha repetido ante la esquela mortuoria del pintor Juan Roldan.
El giro de la guadaña sigue haciendo estragos.

Entre los crespones de luto me aflige personalmente el de mi hermano del Calvario Juan Domínguez Pineda, ejemplar padre de familia numerosa, servidor eficacísimo de la Hermandad con  sus consejos, su mediación y su influencia desde su despacho de director de banco importante y nazareno sacrificado y humilde hasta que el deterioro de su corpachón de inflexible chopo lo postró en su silla de ruedas.

viernes, 12 de diciembre de 2014

UN CURSILLISTA PREGONERO



No fue el único. Algún otro fue elegido también en aquellos años del auge poderoso de los Cursillos de Cristiandad para exaltar la Semana Santa, pero a mí me pareció siempre que el más cursillista fue éste, el catedrático José Ortiz Díaz que ha muerto ahora a los ochenta y seis años y que, en su mocedad, hasta llegó a ser presidente del Consejo Diocesano de la Juventud de Acción Católica.

Pepe Ortiz se puso ante el atril del Teatro Lope de Vega  el domingo ocho de abril de 1973  y desarrolló una pieza oratoria que giró en torno a la Pasión de Cristo como contestación a nosotros mismos, destacando sobremanera la cuestión de la fe como gran problema de la Iglesia de este tiempo.

Con ardoroso verbo y singular entrega Pepe Ortiz no titubeó en afirmar recogiendo la síntesis de las alocuciones de los miércoles del Papa Pablo Sexto, que la falta de fe es el gran fallo de la Iglesia actual y, desarrollando esta tesis, mantuvo la atención y removió las conciencias con afortunadas descripciones de las cofradías como manifestación pública de eso mismo, de la fe que falta en otros ambientes.

Así llegó a una adaptación del Salmo Miserere que proclamó como Oración Penitencial de la ciudad.


El recordado Chano Amador lo entrevistó en “Carrera Oficial”, el programa de cofradías que hacíamos en la desaparecida Onda Giralda.  Seguía dándole vueltas obsesivamente a estas reflexiones. Habían pasado ya más de veinte años de su intervención pregonera  en el domingo de Pasión, pero continuaba inquietándose con ellas y las ultimó con una prevención importante: “Los cofrades debemos cuidar mucho para que la fe auténtica no se convierta en una fe civil”.

lunes, 8 de diciembre de 2014

LA INMACULADA, SIEMPRE


¿En cuántas delanteras de paso de virgen aparece ?... ¿Y en cuántos retablos majestuosos de iglesias y conventos?...

Difícilmente podemos trasponer la puerta en sombras de cualquier cenobio hispalense tras haber cruzado el compás que generalmente se extiende ante ellas sin que nuestra mirada caiga en su representación escultórica o iconográfica.

Siempre la misma representación de la madre de Dios, concebida sin mancha, envuelta en vaporosos ropajes, con la melena suelta y las manos a la altura del pecho en postura de oración.

En Sevilla se sabe por qué esto es así.

Y se recuerda para ello la alegoría del Apocalipsis describiendo a la mujer vestida de sol con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas que recuerdan el número de las tribus de Israel… y se interpreta la vestidura como la gloria de la divina maternidad… y el pedestal de la luna como señorío soberano o realeza.

Murillo lo supo. Y Juan Martínez Montañés. Y el primero buscó en su paleta de pintor los mejores azules para hacerlos celestes. Y el segundo inventó brisas perfumadas de campo y de mar para que formasen las ondulaciones suaves de la túnica que tallaba para la Madre de Dios.

Y ya no hubo otra representación mejor de la Inmaculada ni en el cuadro, ni en la talla. Ni para armonizar colores, ni para modelar las formas.

Por eso se envanecía el escultor. Y por lo mismo a Bartolomé Esteban le llamaron el pintor de la Inmaculada porque, como le escribiera Manuel Agustín Príncipe, en el soneto que se  publicó al erigirse en la plaza del Museo su monumento,

“Oh, cuántas veces, en amargo duelo,
de la Madre de Dios, la faz riente,
en tus cuadros colmó la pena mía.
A unos inspiran ángeles del Cielo.
A otros inspira Dios Omnipotente:

¡A ti, Murillo, te inspiró María!”

jueves, 4 de diciembre de 2014

ADVIENTO




En las horas de asueto de estas fechas en vísperas del Día de la Constitución y de la Inmaculada que pueden ser aburridas y tediosas a lo largo de cada jornada para los jubilados, me estoy entreteniendo en leer la biografía de un muchacho que murió joven (lo mataron, o  asesinaron, en realidad) pero que durante su corta existencia, narrada después por algunos de sus colaboradores más próximos, protagonizó una cadena de hechos tan singulares que ocupan la totalidad de las páginas de un grueso libro.

Lo estoy haciendo en español y en inglés porque esta narración me la encontré en versión bilingüe como regalo de bienvenida en la habitación del hotel que ocupamos mi parienta y yo en un viaje de fin de semana. Y debo confesar que comencé la lectura para refrescar un poco mis casi oxidados recuerdos del idioma británico, pero pronto fui absorbido por las apasionantes aventuras de aquel lejano ejemplar de la raza humana.

Nació en Israel en donde gobernaba un rey despótico, pero era una tierra sometida a los designios de Roma, la nación más poderosa de la época con la que este monarca había establecido una hábil alianza.

Su vida, su palabra y sus hechos inexplicables arrastraban a las masas, pero fue por eso mismo envidiado y temido por quienes hasta que él llegó las manejaban a su antojo y fue traicionado por uno de sus compañeros más cercanos.

Este muchacho se llamaba Jesús. Lo prendieron y condenaron a la última pena. El delito para que le sometieran a un juicio injusto no fue ni el blanqueo de capitales ni sus prácticas corruptas sino, simplemente, atreverse a proclamar su verdad: que era el hijo unigénito de Dios. 


Dentro de poco sus seguidores actuales celebraremos el aniversario de su nacimiento. Concretamente será el veinticuatro de este mes. Supongo que llevaremos a todos la noticia a través de las redes sociales. 

jueves, 27 de noviembre de 2014

EL MERCADO DEL BARRANCO Y LA FABRICA LA PORTILLA


Rodaba por casa de mis padres una antigua foto amarillenta que, lamentablemente, no sé dónde ha ido a parar. Mostraba una nave industrial metalúrgica en cuyo centro posaban para el retratista un curioso caballero en mangas de camisa, abrochada al cuello y cerrada por una corbata entre chalina y pajarita, con chaleco y tocado por un sombrero de bombín. A su alrededor, agachados, de pie y aun tendidos en el suelo, todos con atuendos de faena, un grupo numeroso de trabajadores.
“Tu abuelo, el maestro Francisco Garrido Bustamante, contramaestre de la Portilla, al frente de los obreros de la fábrica” Me decían.
'Portilla & White' fue una industria importante que se estableció en 1856 en Sevilla en la actual calle Arjona, junto a la Plaza de Armas, emplazamiento no caprichoso porque la situaba cerca de las vías férreas y el cauce navegable del Guadalquivir.
Dirigida por los hermanos Portilla, inicialmente operaba bajo el nombre comercial de 'La Maquinista' que hubo de cambiar ante el requerimiento de la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona fundada con anterioridad y se dedicó fundamentalmente a la realización de maquinaria para barcos, bombas de riego, trabajos de rejerías y estructuras metálicas tras la entrada en la empresa de Isaias White Levis, un inmigrante inglés que llegó a Sevilla a principio del siglo XIX y, tras varios negocios que no le dieron buen resultado, inauguró una pequeña fundición en las Reales Atarazanas frente a la Torre del Oro donde se mantuvo hasta que  formó sociedad con la familia Portilla.
La fundición tenía sus propios ingenieros, que eran los que proyectaban las obras y firmaban los proyectos y un contramaestre como director de la fábrica, el hombre de la foto: Mi abuelo por parte de padre.
A la factoría sevillana se debe  la  Bodega La Concha, de Jerez, con constancia documental de que fue construida y montada entre 1868 y 1870 por la fundición
de hierro hispalense según recogió José Rosetti en su Guía de la
Provincia de Cádiz para 1872.
Y el “Mercado del Barranco”, edificado con posterioridad en 1876.
Siempre me dijeron que ambas construcciones correspondían a proyectos originales del ingeniero francés Gustavo Eiffel al que aún no habían encargado la torre parisina que le hizo famoso.
El maestro Garrido Bustamante, hombre de confianza de sus propietarios, se sentía tan vinculado a la empresa que incluso llegó a trasladar su domicilio particular a sus cercanías, arrendando una casa en el número seis de la calle Arjona en la que vino al mundo el progenitor de quien estas líneas escribe.

Hoy disfrutaría contemplando cómo la antigua nave pescadera ha quedado convertida en ese novísimo mercado recién estrenado con el que Sevilla se une a las ciudades gourmet.

domingo, 23 de noviembre de 2014

IMPRESCINDIBLE, LLEDÓ

Como la actualidad está tan cargada de noticias sugerentes, creo aconsejable  dedicar el texto de hoy a mi respetado y casi paisano el sabio escritor y filósofo Emilio Lledó Iñigo galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2014, que concede cada año el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para distinguir el conjunto de la labor literaria de un autor español.
Lledó es catedrático de Historia de la Filosofía, enseñanza que impartió en Alemania y España, tanto a estudiantes de bachillerato en institutos públicos en Valladolid como a universitarios de La Laguna, Barcelona y Madrid. En su último destino como profesor, que ha sido la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ha sido vicerrector de la institución. Es doctor honoris causa por las universidades de La Laguna, Lleida y de las Islas Baleares y miembro vitalicio del Instituto para Estudios Avanzados de Berlín. Gran parte de su actividad docente se desarrolló en la universidad alemana.
Repasando su obra y deteniéndonos en su empeño de recordarnos que tenemos un pasado del que no se puede hacer tabla rasa como de manera insensata pretenden algunos componentes de las nuevas generaciones que llegan a la política, contemplamos como se agiganta su figura y se fortalece su pensamiento

El filósofo que es seis años mayor que yo, guarda conmigo un singular parecido. No por su licenciatura universitaria ni por su brillante trayectoria científica posterior, ni siquiera por su proyección internacional, sino por otra mucho más sencilla. Para expresarlo mejor, él y yo compartimos una singular coincidencia. Ambos elegimos a Salteras para pasar nuestras horas felices.Y aquí le gano: Eso lo hizo él cuando era chico. Yo, cuando me jubilé. Y lo sigo haciendo. Afortunadamente.

viernes, 21 de noviembre de 2014

INSÓLITA PROPUESTA


Mi primo Pepe me transcribe un texto que acaba de leer en “Temas de hoy”

“Visto el creciente número de propuestas insólitas para esta España nuestra, redacto otra que me parece muy buena y que se resume en la idea siguiente:
Colocar a los ancianos en las cárceles y a los delincuentes en las residencias de ancianos

De esta manera...·Nuestros ancianos tendrían acceso a una ducha todos los días, al ocio, paseos, medicamentos, exámenes dentales y médicos regulares.

· Recibirían sillas de ruedas etc.
· Obtendrían dinero en vez de pagar por su alojamiento.
· Tendrían derecho a la vigilancia continua por video, por lo que de inmediato recibirían la asistencia después de una caída u otra emergencia.
· Sus camas se lavarían dos veces a la semana y la ropa sería lavada y planchada con regularidad.
· Un guardia vendría cada 20 minutos y les llevaría sus comidas y sus bocadillos directamente a su habitación.
· Tendrían un lugar especial para recibir a su familia.
· Tendrían acceso a una biblioteca, sala de ejercicios, terapia física y espiritual, así como la piscina e incluso la enseñanza gratuita.
· Pijamas, zapatos, zapatillas y asistencia jurídica gratuita bajo petición.
· Habitación, privada y segura para todos, con un patio de ejercicios, rodeado por un hermoso jardín.
· Cada hombre de edad tendría derecho a un ordenador, televisión, radio y llamadas ilimitadas.
· También dispondrían de una habitación para sosiego sexual como medida terapéutica.
· Y, si no estaban conformes con alg, dispondrían de una junta directiva que escucharía sus quejas.

Mientras tanto:

· Los delincuentes tendrían platos fríos, se quedarían solos y sin vigilancia.
· Las luces se apagarían a las ocho de la tarde.
· Tendrían derecho a un baño a la semana
Vivirían en una pequeña habitación y por ella tendrían que pagar por lo menos 1.500 euros por mes.

Así habría justicia para todos.”

Después de esto, mi primo termina su transcripción con una frase demoledora:

Abuelo…abuela: ¡Antes de ir a la residencia mata a un político!.




domingo, 16 de noviembre de 2014

UN ENTUSIASTA JOVENCITO DE NOVENTA PRIMAVERAS



Madre mía, te suplico
que entendimiento me mandes
porque es que yo no me explico
cómo una pena tan grande
cabe en pañuelo tan chico.

Cinco renglones para una letra de saetas. La cantaba Pili del Castillo. Se la escribió Manolo Garrido, el inspirado autor de las sevillanas del “Adios” con las que despedimos sonoramente al Papa cuando vino. El poeta cumplió ayer 90 años. Hoy lo recuerda en el Diario de Sevilla con un texto precioso Carlos Navarro Antolín.
He buscado la tarjeta de visita que contiene su domicilio de siempre en la Barzola y su teléfono, de siempre también, que después del prefijo nueve cinco cuatro empieza por treinta y cinco y he charlado distendidamente con él como cuando paso por la Campana, cercano ya el mediodía y me lo encuentro sentado en su mesita habitual, delante del escaparate de la confitería, tomando, a esa hora, su café con leche del desayuno.
Hablar con Manolo es evocar esa ciudad perdida que nos parece que está detrás de la esquina, pero se ha evaporado para siempre.
En aquellos tiempos en los que cada emisora disponía de su correspondiente cuadro escénico él era compañero de dos actores radiofónicos más que trabajaban como empleados de banca en las oficinas suntuosas que tenía el Central en la Avenida de José Antonio. Garrido también lo era. Sus colegas pertenecían al cuadro de dramáticos de la emisora en Sevilla de Radio Nacional. Manolo, al de Radio Sevilla. Los primeros se llamaban Enrique Campa y Sebastián Blanch y éste último era, además, profesor en el Conservatorio. Los dos destacaban como consumados recitadores y, por si fuera poco, actores que completaban los repartos de los montajes que acometía el Teatro Español Universitario, tanto de obras extranjeras,”La hermosa gente” de Paul Saroyan  o “La guerra de Troya no ocurrirá” de Jean Giradoux, como de autores hispanos, Alfonso Sastre o Martín Recuerda siempre en el incómodo punto de mira de la censura.
Manolo Garrido no se aprendía textos escritos por los demás. Los hacía él. Y los sigue haciendo.
Noventa años no se cumplen todos los días y nadie puede negar que es una hermosa fórmula para dejar de ser octogenario.


viernes, 14 de noviembre de 2014

¿CHAMPAN?... ¿QUÉ CHAMPAN?


Mi abuela Juana María, con la gracia tartésica de sus coetáneos de la antigua Murex, hoy Villamanrique de la Condesa, decía de  quien miraba con un ojo semicerrado, como le ocurre al independentista catalán Oriol Junqueras,  que tenía un ojo “cagao”.

Esa era su frase. No la mía. Me limito a reproducirla con el cariño que me suscita su recuerdo, similar, a sensu contrario, al desprecio que me ocasiona la estilizada figura (cierra comillas) del atravesado político de la Generalitat.

Debo reconocer que me produce náuseas evocar su imagen grasienta y la de su escudero Artur Mas, inmerso éste en la burbuja que él mismo se ha creado llena de tics insoportablemente chulescos. Lo hago empujado como aquel Vicente que caminaba donde iba la gente.

Estamos a mediados de noviembre. A un mes mal contado para las Navidades. No se cómo se dice cabreado en catalán, pero imagino que los empresarios de la tierra estarán así. Sobre todo los del champán.  Vaticino que pierden el tiempo.

A Mas lo han vacunado de mesianismo y a Junqueras le vienen muy bien sus síntomas de inoculación.


En este nuevo viaje de la Bounty el iluminado president es el soberbio y orgulloso capitán Bligh, pero todavía no ha aparecido el necesario y eficaz Marlon Brando que ponga fin a la aventura suicida.

sábado, 8 de noviembre de 2014

DOÑA ANA



Hablar de ella en Noviembre tiene su morbo. La Doña Ana de hoy y de la que proyecto recordar algunas cosillas no es la novia de don Luis Mejías, el caballero gamberro que, en la obra teatral de José Zorrilla, discutía con otro de su calaña, don Juan Tenorio, en la Hostería del Laurel,  cuál de los dos había hecho  más daño con mayor fortuna.
Sabido es que, al relatar ambos sus conquistas, batallas ganadas, asaltos venturosos y otras fechorías y caer en la cuenta de que estaban empatados, deciden  una revancha en la que  esa misma noche, Don Juan debía conquistar a Doña Ana, con la que había de casarse Don Luis en tanto que Doña Inés de Ulloa, recluida desde poco después de nacer en un convento y prometida de Don Juan, sería seducida  por su amigo y competidor.
Aquella Doña Ana se apellidaba de Pantoja y no tenía hijas. La actual doña Ana no lleva el apellido y es la madre de una conocidísima sevillana que si lo lleva y al que da lustre y nombradía como estrella de la canción.
Ahora lo está pasando mal.
Doña Ana, su madre, permanece a su lado y así aparece en las fotografías de los insaciables reporteros gráficos como aquel mediodía que se nos mostró colaboradora y eficaz cuando fuimos Alberto Beato como cámara y yo como plumilla a la clínica de Fátima a entrevistarla para la Uno de Televisión tras haber dado a luz a su hijo Paquirrín.
Paquirri lo había prohibido, pero se había ausentado reclamado por algunas gestiones y aprovechamos la ocasión.
Doña Ana era Doña entonces y continúa siéndolo ahora. Nadie la ha desposeído de su dignidad. Antaño, feliz. Hogaño, preocupada y triste. Las vueltas que da la vida.


domingo, 2 de noviembre de 2014

LAS OTRAS MUERTES


Como las personas, las cosas se mueren también. Poco antes de dar comienzo el mes de los difuntos se ha muerto una librería en Sevilla, la de Repiso que estaba en el centro de la ciudad, en la calle Cerrajería. Y su extinción deja un reguero de apenados deudos entre los que nos alineamos los que escribimos y tratamos de ver en papel el fruto de nuestras cavilaciones.

Corren malos tiempos para la literatura impresa. Un catedrático que tuve en la Facultad de Periodismo de la Complutense, ya jubilado, que disfruta las horas de su retiro en un chalecito de la sierra madrileña, llevaba el otro día una bolsa de libros a la biblioteca del pueblo en cuya demarcación reside cuando alguien le advirtió que abortase el viaje porque la bibliotecaria ya se negaba a recepcionar obras en papel. Solo admitía pendrives.

Así estamos. Repiso ha cerrado por falta de ayudas. La bibliotecaria madrileña justifica su decisión por falta de sitio. En verdad en un caso y en otro lo que faltan son lectores. Los sociólogos dictaminarán por qué. Si es que disponen de tiempo y de ganas para ello, tras las extenuantes jornadas que deben pasar analizando la situación política del país.

Uno de estos sabios, el profesor Amando de Miguel, gratísimo como redactor científico y como tertuliano en grupos de analistas de radio, confesó el otro día que no tiene un duro, que solo come filetes cuando le invitan y que el toro de la crisis le ha empitonado con dos cuernos hipotecarios.


Dios nos libre. El dinero no está. Entre el clan Pujol, los pelotazos de la Comunidad de Madrid y esa ristra de asuntillos que se devanan en los juzgados andaluces por doña Mercedes y sus ilustres compañeros, se ha evaporado. ¡Así cómo van sobrar unos euros para comprar libros!

miércoles, 29 de octubre de 2014

HALLOWEEN PARA DON JUAN


No había Halloween entonces, pero Juan Tenorio, sí. Las tiendas de carnaval no anticipaban las máscaras de febrero con disfraces luctuosos y los teatros adornaban sus carteleras con lánguidas figuras de doña Inés en el sofá ante el conquistador caballero que le recitaba madrigales arrodillado a sus pies.

No hace mucho de eso. Pero el tiempo transcurre con prisas y parece que hablamos de un lejano ayer. Hemos importado el festival de los fantasmas olvidándonos del poeta vallisoletano que imaginó al don Juan conquistador y pendenciero desde la mesa de un figón ochocentista de la calle Sierpes.

Tanto han crecido en número los establecimientos dedicados a las máscaras como han ido desapareciendo progresivamente los escenarios teatrales.
Desahuciado el burlador de las tablas de Talía, menos mal que,  por lo menos, le queda en Sevilla el patio del Colegio Santa Ana.

A chufla lo tomó la gente como al Piyayo de los versos tristes con el humor de Manuel Barrios y Agustín Embuena. Debería reponerse aquel libreto cómico que se  extendió en renovadas versiones posteriores escritas por  Agustín en solitario. La crisis y la desvergüenza de algunos políticos necesitarían su crítica mordaz.

Los malditos que gritaban a las puertas de la Hostería del Laurel, lo hacen hoy, para desesperación de los vecinos, en la plaza de la Alfalfa y calles adyacentes.

Don Juan sigue escribiendo y leyendo en voz alta…”pero mal rayo me parta, si, en acabando esta carta, no pagan caros sus gritos”

Su criado la recoge vestido de negro fantasma para su fiesta de Halloween. 

sábado, 25 de octubre de 2014

HORA DE MAS, HORA DE MENOS


En este caso es de más. Cada último fin de semana de octubre, coincidiendo con la madrugada del sábado al domingo, a las tres son las dos  porque entra en vigor lo que se conoce como horario de invierno.
¡Qué alegría, qué ilusión, qué gozo! Una horita más. Recuperamos de esta forma lo que se considera la hora oficial de España y otro año la parienta y la prole infantil volverán a preguntar a qué viene eso y uno tornará a ponerse serio y campanudo para explicar que detrás del cambio de hora se encuentra el ahorro energético y que, según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, éste puede llegar hasta unos trescientos millones de euros, cifra sin duda significativa que cuesta imaginar a pesar del entrenamiento que tenemos estos días cada vez que la tele o los periódicos nos informan del dinero que se ha llevado el clan de los Pujol.
Si continuáramos con el horario de verano dentro de poco no se haría de día hasta pasadas las nueve de la mañana, cuando la mayoría de centros de trabajo e industrias que quedan ya están abiertos.
Lo que se busca a fin de cuentas es hacer coincidir lo máximo posible las horas de luz solar con el horario laboral, para lograr de esta forma un mayor ahorro energético, y de paso, y no menos importante, reducir las emisiones de gases contaminantes para que no se enfaden los técnicos de las estaciones de ITV.
La hora de más  aparece entre el sábado veinticinco y el domingo veintiséis. La de menos llegará en marzo.
En esta segunda alteración del reloj será como si viajáramos por avión camino de Grecia. La que llega ahora como si voláramos poniendo rumbo a Lisboa.
Así se lo explicaré a Marta y Manolete que son los nietos que tengo más cerca. Supongo que me entenderán sin aburrirse.





martes, 21 de octubre de 2014

SEGUIDORES DEL PREGÓN


Los números desdicen a los agoreros. Si alguien cree que el Pregón pierde tirón, frase muy aconsonantada para poetas de última hora, se equivoca. Los fríos, pero muy expresivos números, salen a su encuentro con argumentos incontrovertibles.

Me fui a Arte Sacro para conocer el nombre del pregonero elegido y una multitud de curiosos lo había hecho antes que yo. En ese momento, a primera hora de la tarde, ya se habían superado los dos millares de lectores.  Cuando quise comprobar esto y horas después regresé al portal de internet ya había subido el número y ahora, al inicio de la redacción de estas líneas, con el texto relegado a “noticias de ayer” alcanza la no desdeñable cifra de 9123 visitas.

Si el Pregón pierde tirón que venga Dios y lo vea.

Ahora bien, lo que me parece que va dejando por el camino son adherencias históricas que desde antaño fueron conformando esta pieza singular de la oratoria hasta llegar al protocolo y la liturgia con que la hemos conocido.

Creo que se ha perdido intimidad en tanto que, paralelamente, se ha ganado oficialidad y extroversión. Por el WhatsApp se divulga el nombre del afortunado con la más rabiosa instantaneidad. Antes, esto se hallaba absolutamente reservado al poder de la radio. Ya no.

Al neonato pregonero los medios informativos lo localizaban por teléfono. Ahora convoca una rueda de prensa en la sede del Consejo.

Convertido de golpe en protagonista de la noticia, el futuro ensalzador de las cofradías abría su casa a visitantes de todo tipo que acudían a celebrar la elección con él y su familia y a quienes éste obsequiaba con un precipitado ágape. Ahora el Consejo invita a café con pastas…

Las abnegadas esposas de los pregoneros de antaño contemplan estas nuevas formas y es posible que las aplaudan. Pero aquello tenía una autenticidad y un encanto que se han perdido.Sobra el café. Sobran las pastas que, en el argot pregoneril, son únicamente las que se entregan por el Cirio Apagao en el Bar Manolo a primeros de año y falta la botella de tinto y el papelón de pescao frito como siempre han cenado los cofrades entre cirio y cirio fundido del altar de quinario o del pasopalio.

lunes, 20 de octubre de 2014

PASCUAL MÁRQUEZ, ANTICIPO DE JOSÉ TOMÁS


Si Pascual Márquez hubiera dispuesto de la pericia, la eficacia y la creatividad de esa fenomenal cuadrilla de Javier Castaño (que no sé qué va a hacer ahora sin David Adalid) que conforma el fenomenal equipo médico que ha librado de las astas asesinas de ese morlaco llamado Ebola a Teresa Romero, todo lo que atesoraba como torero lo hubiera expuesto largamente y podría hablarse del precursor de la estrella mediática del taurinismo de nuestros días.

Diría más: médicos tuvo; recursos, no. En el grupo de galenos figuraba nada menos que el doctor Jiménez Guinea, de inmaculado prestigio, durante décadas jefe de la enfermería de la Plaza de Toros de las Ventas, pero él y sus colaboradores carecían de los medios con que cuenta en la actualidad la moderna medicina.

Pascual Márquez no murió en el ruedo. Llegó vivo al quirófano en brazos de las asistencias y allí se le practicó una delicada cura que duró casi dos horas. Quedó en la enfermería, se le aplicaron inyecciones para fortificarle corazón y continuamente cien gramos de suero y cinco de aceite alcanforado…No había más. Los facultativos no se separaban de la cabecera de su lecho y hasta se atrevieron a hacerle una transfusión de sangre que donó su hermano José.

Pascual falleció el 29 de mayo y, al día siguiente, en el tren correo de Madrid,a las tres y media de la tarde llegaban sus restos mortales a la estación de Córdoba. Los acompañaban José, el picador, José Chávez, también varilarguero y Coronilla, su fiel mozo de estoques.

¿Qué hubiera sido si no hubiese soplado el viento descubriendo al torero cuando empezaba a lancear al toro cárdeno que lo vio, lo lanzó a los aires y le clavó el pitón hasta la cepa cuando caía?

¿A dónde habría llegado Pascual Márquez con su toreo puro y su valor acrisolado y sin límites?

Repasando una y otra vez los testimonios gráficos de su truncada trayectoria y leyendo y releyendo las crónicas de aquellos días, hay quien afirma que el lidiador manriqueño hubiera sido el José Tomás de la época.

Probablemente se recordará esto en el curso de los actos que ha organizado en su memoria el Ayuntamiento de su pueblo.


jueves, 16 de octubre de 2014

CON JOSE MARQUEZ RECORDANDO A SU HERMANO PASCUAL


Lo que se de la suerte de varas se lo debo a José Márquez, picador de Villamanrique de la Condesa, conocedor como pocos del toro bravo y el primero de los partidarios que tuvo su hermano Pascual, muerto trágicamente en el ruedo de la plaza madrileña de las Ventas, al que va a dedicar un programa de actos organizados con motivo del centenario de su nacimiento el Ayuntamiento de su pueblo.

“Las Ventas de los vientos” repetía machaconamente Joaquín Jesús Gordillo, el crítico y comentarista taurino malagueño, no ha mucho fallecido, cuando describía algún festejo en la Uno de Televisión Española, antes de que se viniese a Canal Sur.

Y los vientos fueron los que ayudaron al cornúpeta asesino de Concha y Sierra a terminar con la vida del arrojado lidiador manriqueño infiriéndole una cornada que, andando el tiempo, dicen quienes guardan cuidadosa memoria de estos hechos luctuosos, tuvo desgraciada repetición en la cogida mortal de El  Yiyo.

No hubiera ocurrido así probablemente de no haber mediado la complicidad del traicionero enemigo de los toreros. Pascual conocía perfectamente ese encaste. En la Bodega del Bolero del pueblo que es cuna de la devoción rociera, los viejos del lugar recuerdan todavía con la frescura memorística de un suceso reciente las correrías nocturnas de aquel desmedrado novillero, hijo de uno de los vaqueros del ganado bravo que pastaba en la Dehesa de La Marmoleja,  cuando saltaba la gavia por las noches y se enfrentaba a los cinqueños probando su valor.

Uno de estos ancianos, sentencioso y sabio, hace ya tiempo, me narraba entusiasmado la mañana de la sorpresa que vivieron los caballistas cuando penetraron en el cerrado donde se había apartado uno de los ejemplares mejor plantados de aquel hierro legendario y se encontraron con que a uno de sus pitones durante la madrugada alguien le había amarrado un pañuelo. Pronto lo reconocieron. Era el de hierba, a cuadros blancos y negros que Pascual solía anudarse al cuello.


A José se le anublaban los ojos cuando recordaba estas cosas y se zambullía en uno cualquiera de los bares del Arenal arrastrando un poco la pierna derecha como si hubiera olvidado quitarse el hierro de picar.