sábado, 29 de marzo de 2014

Y EL DOMINGO, EL PREGON


El primer domingo de abril. Y en el Maestranza. ¿Estaría mejor en Fibes?... Me lo han preguntado en una entrevista y he contestado que no. Es una opinión. La mía particular. Y no tiene más valor que ese. La sustento en algunas reflexiones. 

La Semana Santa está perdiendo intimidad. Y ganando bulla. Va resultando difícil presenciar una cofradía sin exceso de público por alguno de esos rincones que antaño teníamos seleccionados los cofrades en nuestra colección privada de momentos exquisitos.

Crece el número de espectadores como disminuye la proporción de devotos. Y el fenómeno comienza en no pocas cofradías, generosas en la amplia composición de sus cuadrillas de costaleros y en la cuantía de los componentes de sus bandas de música, muy superiores a sus tramos de nazarenos.

El Pregón, analizándolo en su estructura de acto representativo, me pareció, años ha, un magnífico programa de radio. Actualmente lo contemplo como una espléndida producción televisiva. Antes, necesitaba un estudio. Hoy, un plató.

En modo alguno, un estadio. Ni siquiera las proporciones de un escenario previsto para conferencias y exhibiciones congresuales, por bien dotado que esté y ofrezca amplias capacidades aunque no lleguen ni a desproporcionadas ni a gigantescas.

Yo lo devolvería al Lope de Vega. Y eso porque derribaron el San Fernando. Y seleccionaría el público asistente al que hay que concienciar de cual es su papel en la ceremonia: Aplaudir al término de la interpretación de las marchas y los himnos…rubricar con ovaciones los finales de párrafo del pregonero si este llega a ellos con entusiasmo… intercalar apagados, pero audibles, olés cuando lo requieran los versos… Y, por supuesto, toser, poco. Y estornudar, menos.

Lo mismo que hay agencias que eligen a los invitados de los concursos y otros programas de entretenimiento de la tele, el Consejo y las hermandades deberían disponer de un sistema para escoger a los ocupantes de las butacas del teatro y velar para que no siempre fuesen los mismos. No sería un númerus clausus sino un númerus selectus.

De igual forma que ya no se ven en la oferta habitual de la pequeña pantalla los primeros planos de las señoras gordas o de los viejos calvos desdentados, sustituidos hoy por chicas monísimas y musculados jovencitos atractivos, hay que eliminar de la representación escénica del Pregón las imágenes de los caballeros encorbatados consultando el reloj o las de las féminas enjoyadas disimulando sus bostezos.

El Pregón se ha pronunciado en los proscenios de diferentes teatros: El San Fernando, el Coliseo, el Palacio Central, el Alvarez Quintero, el Lope de Vega, el Maestranza…
Hoy su mejor escenario se llama Televisión. Y se llama Radio, también. No nos olvidemos.



martes, 25 de marzo de 2014

EL ENTIERRO DE SUAREZ POR TELEVISION


Me senté ante la pantalla con el grifo abierto del sentido crítico. Y a poco lo tuve que cerrar. Debo confesarlo. Adolfo Suarez se merecía que sus restos y su memoria fuesen honrados como lo ha hecho el pueblo de Madrid y la clase política en general, pero  también que los servidores del ente público que él dirigió un día se esforzasen al máximo en dar forma a un programa imprevisto que recogiese esa realidad. Y pienso que ha sido así.

El trozo de papel en el que aviesamente tenia previsto anotar errores y torpezas se me quedó en blanco. Puedo extraer de la reseña no formulada ni escrita que me suscitó la transmisión pequeños detalles negativos y opiniones personales adversas en torno a algunos aspectos. Pero nada de eso dispondrá de entidad suficiente para restar méritos a lo que creo que ha sido un completo servicio a la audiencia.

A mi modesto juicio sobraban los invitados en el plató sobre todo cuando se enredaban en densas opiniones sobre la trayectoria  política del primer presidente de la democracia. Y, por el contrario, faltaba información sobre no pocos de los asistentes, de manera especial en torno a los deudos del prohombre fallecido.

Igualmente podrían resultar irrelevantes las entrevistas a varios espectadores a pie de calle, innecesariamente repetidas y faltar descripciones complementarias de algunas escenas. Y, por supuesto, eché en falta la unidad del lenguaje. Al carruaje que portó los restos, un armón de artillería, se le llamó también simplemente carro y, en una o dos ocasiones, armón de caballería.

No se dijo de que iban vestidos los équites de dos de los caballos, lustrosos e igualados en su capa negra, que tiraban de la plataforma… ni los títulos de las marchas fúnebres y, sobre todo, hubo ocasiones de una absoluta divergencia entre lo que mostraban las imágenes, el contenido de las palabras de los comentaristas y el texto que aparecía sobreimpresionado en el borde inferior de la pantalla.

Nada de ello menoscaba el éxito del proyecto.

Adolfo Suarez, que puede pasar también a la historia como el presidente del gobierno que abrió más a la mujer su participación política como representante de los españoles tanto en el Congreso como en el Senado (lo decía la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ante las cámaras de “el Correo de Andalucía televisión) y que fue director general de radiotelevisión española (mi nombramiento oficial en la casa lo tengo colgado en mi escritorio firmado por él) ha tenido un entierro solemne llevado con pericia por la Uno de TVE a todos los hogares comandado por dos mujeres eficaces, la presentadora Ana Blanco en los estudios y  María Eizaguirre como realizadora de la transmisión especial.


Las secundaron eficazmente Estrella Moreno ante el Congreso, Isabel Ojeda en Cibeles y Almudena Guerrero en la Carrera de San Jerónimo. Todas supieron transmitirnos emoción por encima de la complejidad informativa del acto con nitidez, cariño y profesionalidad. Enhorabuena.

viernes, 21 de marzo de 2014

MONUMENTO A LA AMISTAD


Yo la dejaría como está. A la estatua de Pepe Peregil que se descubrió el día de San José no le han puesto su nombre, Todos los santos tienen su novena y los monumentos estatuarios también. Se anuncia que el olvido se remediará en los próximos días. Pero creo que no es necesario. Por lo menos mientras dure esta generación que aun conserva en los oídos la vibración incontenible de la voz poderosa del cantaor interpretando una saeta.
¿Quién no le va a reconocer contemplándole inmortalizado en la escultura?

En esa postura, como si se apoyara levemente en la baranda de un balcón y extendiera la mano contraria a modo de recitado lo ha interpretado magistralmente José Antonio Navarro Arteaga. Un acierto. Pudo haberlo llevado al bronce entre farolillos de feria. O añadirle un sombrero ancho o una gorrilla rociera. Que feriante y rociero fue también el cantaor. Zoido, el alcalde, que presidió la ceremonia inaugural, lo recordó, añadiendo currista, bético y tabernero. Algo más puede completar esta ristra de adjetivos: amigo.

En la plaza Jerónimo de Córdoba, frente a su taberna “Quitapesares” se ha venido a erigir este nuevo elemento del mobiliario urbano. Es, qué duda cabe, un monumento al hombre que, desde la onubense Manzanilla, en la que vino al mundo, supo llegar a Sevilla y hacerse acreedor de la medalla de oro de la ciudad. Pero, en el fondo es un monumento a la amistad. Sin el afecto personal, puro y desinteresado del que supo hacer gala toda su vida Pepe Peregil tal vez no existiría este recuerdo que invita a evocar el aire aleteando con una de sus saetas.

Yo lo hice así en mi Pregón de Semana Santa al hablar de la virgen titular de una de las cofradías a las que se sentía más vinculado

Aguas, Señora, mojada.
Cara brillante de pena,
dulce candor de azucena
entre tu ojera morada.
Virgen bendita, anegada
en multitudes de rio:
Cuando, en saeta, el quejío
alce el valiente aleteo
nadie estará en el Museo
sin que le de escalofrío.


La saeta era la de Pepe Peregil. ¿De quien si no?

viernes, 14 de marzo de 2014

DEFUNCION CON REBAJAS


El hombre ha llegado a la peña hecho un basilisco.

--Me voy a morir a Barcelona.

Ha gritado nada más entrar. Y, ante la alarma de sus contertulios que, de inmediato, han supuesto que acababan de diagnosticarle una enfermedad incurable, ha añadido, en un paroxismo de aclaratoria indignación, que no se trata de eso ni de que el Ocaso haya inaugurado en la Ciudad Condal unas rebajas como las antiguas de los grandes almacenes apenas se perdía la estela luminosa de los Reyes Magos, sino que él se acababa de enterar porque se lo había dicho la Susana Griso de la tele entre sensuales movimientos de labios, que por cada ochocientos mil euros que un muerto dejase a sus herederos, estos pagaban en la capital catalana 353, y en Sevilla, en la de la muchacha de Triana que se ha encaramado al trono blanquiverde, sin pasar por las urnas, ciento sesenta y cinco mil. ¡Toma ya!.

Y quien dice en Sevilla, dice en las ocho capitales con sus pueblos respectivos de esta Andalucía antaño enredada en la primera, la segunda y la no se cuantas modernizaciones que se sacaban del cacumen los asesores de las campañas publicitarias a la presidencia de la Junta.

Alguien le ha dicho que eso no puede ser posible y el hombre ha respondido que la imposibilidad consiste en que llegue a tener ahorros cuando se muera para dejar a su familia ochocientos mil euros.

La realidad es esa. Y que la rubia y altísima presentadora, aun más crecida sobre sus frecuentes zapatos de tacón de aguja, dice esas cosas que deben estar prohibidas en el sur de la península.

¿353 Euros en Cataluña en vez de los 165.000 que hay que pagar en Andalucía de impuesto de sucesiones por cada 800.000 Euros de herencia?


¡ Menuda caravana de viejos desahuciados con rumbo a Barcelona se puede organizar cuando se corra la voz!

domingo, 9 de marzo de 2014

EL PASO DE LOS AÑOS


El tiempo muda la conformación de las palabras. El transcurso de la vida puede ser constatación de lo que supone su carga y se traduce en peso, o análisis de la prolongación de la existencia que puede, o no, ser gozoso, pero que siempre será paso.

Mi admirado y siempre recordado Manolo Barrios advertía con el suave humorismo que cultivan los naturales de la Isla del León donde él apareció en el mundo, que, cuando los hombres somos jóvenes las muchachas agraciadas nos miran, o no nos miran. Cuando somos demasiado mayores… ni nos ven.

Pero hay excepciones y el pasado sábado yo viví una de ellas. Me voy a cuidar mucho de hacer en  estas líneas exaltación de la cuenta de mis primaveras, pero como necesaria comprensión de lo que digo, debo afirmar que son bastantes y que ya no peino canas sino una reveladora cabellera blanca.

Premiando su significado, las dos cifras elevadas de mi carnet de identidad, y haciendo demostración de su generosidad comprensiva, la redacción de la radio del Sevilla me dio un premio: El “Estandarte 2014” que ya ha alcanzado su quinta edición y que me entregaron en una lucida gala en la que fue muy aplaudida la banda de música de Las Cigarreras que tuvo lugar en la Sala Chicarreros de la Fundación Caja Sol, de la que, como puede comprobarse, da cumplida cuenta Arte Sacro.

En el curso de la misma brillo a gran altura la hermana de Monte Sión Cristina Galán cantando una saeta e Isa Serrato Martín  pronunció una emotiva exaltación que, a mi parecer, le ha dado otro merecido empujoncito por la cuesta que conduce al atril del Maestranza.

Finalizó el acto con el habitual posado ante los fotógrafos que en estos tiempos de avance imparable de la tecnología suelen ser numerosos porque cada teléfono móvil se convierte en eficaz aparato fotográfico.

Me reclamaron  para dejar considerables testimonios gráficos y accedí a ello con sumo gusto, sobre todo al final, cuando muchas de las niñas guapas que concurrieron a la copa que nos sirvieron tras el acto en Robles Placentines quisieron fotografiarse conmigo también y me lo fueron solicitando haciendo gala de su intrepidez.


Me gustaría tener estas fotos. Mas que nada para presumir ante mi hijo Antonio, como se puede suponer. 

viernes, 7 de marzo de 2014

INSOLITOS CARTELES


El termómetro de la taquilla pronunciará la respuesta definitiva. Desde estas jornadas en las que se van desvelando las combinaciones que más parecen pudorosas prendas interiores de recatadas damas que escuetos atisbos de carteles con vocación  de barberías antiguas, hasta que se descorran los velos conventuales de los tornos de la plaza, todo pueden ser especulaciones, quimeras y aventurados comentarios.

¿Ha acertado la empresa o se ha vuelto a equivocar otra vez?... Tras la idea revolucionaria de la  propuesta inédita para la corrida de Resurreción que no se si le ocurrió a Canorea o fue fruto de la creatividad hispanogala de Simón Casas,¿ qué es lo que se ve que pueda sorprender?... y ¿qué lo que pueda alentar a los eternos sufridores de los tendidos a sacar el abono o a sustituirlo por el encargo de las cuatro o cinco entradas para las corridas que más les gusten?

Personalmente opino que la reacción de la gerencia de la plaza ante el desafío soberanista de los cinco amotinados ha debido ser más contundente. En el entramado de toros y toreros falta el recambio de ganaderías fuertes y la alineación partidista en ayuda del toreo sevillano. O, si abro la espita de mi comprensión… del toreo andaluz.

Nada de Madrid… nada de sometimiento a recomendaciones de otras empresas… Menos de lo de siempre. Y más de lo nuestro. Me sobran Juan del Alamo y Paco Ureña y David Galván y, no digamos el televisivo Miguel Abellán.

Me faltan más corridas de banderilleros, subalternos como los excelentes de la cuadrilla de Javier Castaño, o  consagrados como Padilla, El Fandi y Ferrera… añoro la presencia de los luchadores del Sur, Oliva Soto, Miguel Angel Delgado, Salvador Cortés, si es que no entra en el cartel del Corpus, en vez de Agustin de Espartinas…Tampoco veo a Curro Díaz ni a los rejoneadores Hermoso y Leonardo…


En serios aprietos pueden poner con sus preguntas mis compañeros periodistas especializados a Canorea y Valencia cuando presenten este abono.

miércoles, 5 de marzo de 2014

UNA TARDE A LA POESÍA


La revista cultural Alhoja ha publicado su número ocho y su director, el entusiasta Manuel Gil Barragán, como siempre, ha tenido la atención de invitarme al acto.

Estuve en él, celebrado en el Ateneo hispalense, donde tiene su sede la Asociación Literaria desde 1984 y presentado por el presidente de la Sección correspondiente de la Docta Casa, José Vallecillo, que empezó sus palabras resumiendo en breves frases su historia para pasar luego a desmenuzar el contenido de la publicación deteniéndose en el párrafo más relevante de cada uno los más de sesenta  poemas que contiene.

Figura, entre estos, la composición “Quien cruza  esta nostalgia” original de José de Arco distinguido con el Premio Alhoja en su vigésima primera edición y las últimas de Gil Barragán, editor y director de la revista que cuenta con una portada de José María Rodrigo y fotografías de José Magdaleno.

Fue una tarde dedicada a la poesía. El salón ateneísta de actos se llenó por completo y cada uno de los poetas obsequió a la concurrencia con el recitado de alguna de sus creaciones, finalizando este desfile con la actuación del actor y recitador Federico Ribelot que interpretó la Barca del siempre recordado Manuel Benitez Carrasco.

“Soy un viejo poeta, soñador de caminos, buscador de colores, de luces y de estrellas, donde colgar mis sueños y recrear auroras y, en canción marinera, nadar sobre la espuma en lecho de ensueños y de amores”

Así se autodefine Manuel Gil en sus versos Playa de la Malvarrosa del poemario "Valencianas" entregado con un ejemplar de la revista a los asistentes.


Uno comulga con él y se siente asimismo viejo y soñador. Por lo menos eso.

Lo único que sigue lamentando es no haber aprendido a nadar a braza.

sábado, 1 de marzo de 2014

HUELLAS EN LA PARED


Cuando Publicidad Bellido abría sus oficinas en la calle General Polavieja, su titular, dueño de la agencia, Manuel Bellido, aparecía por allí algo más tarde que Fernando su hombre de confianza y lo primerito que hacía era desplazarse a la cercana peluquería de Berro para que lo afeitaran mientras él repasaba los periódicos.

Tenía la convicción de que el rasurado a manos de profesionales, le daba optimismo para toda la jornada. Y eso que la prensa solía leerla empezando por las últimas páginas y, más en concreto, por las de las mortuorias a cuyo reducto impreso orlado en negro, llegaba acompañando la acción con una frase definitoria: “Voy a ver quien se ha quitado del tabaco”.

Bellido era trianero, cofrade de la Esperanza. Dos disgustos seguidos se habría llevado estos días. Los del encuentro con las esquelas de otros tantos cofrades. Joaquin Medina Garcia de la Vega y Daniel Puch Rodriguez Caso. El primero, trianero como él, fue hermano mayor de la Estrella. Daniel, pintor de reconocido prestigio, uno de los mejores cartelistas que ha dado esta ciudad,

Guardo la huella de ambos colgada de las paredes de mi casa. Con una expresiva dedicatoria de Joaquin Medina, en nombre de su hermandad, a los pies de una foto impresionante de su Virgen, cuando di el Pregón, y como firma de autor la de Daniel, en el cartel anunciador de la coronación canónica de la Virgen de la Oliva que pregoné también.

Debo confesar que yo no llego a los reclamos luctuosos de la prensa con la misma disposición de ánimo que mi recordado Manuel Bellido Angulo, sino con el soterrado temor ante la noticia indeseada. Y que me taladra el pecho el berbiquí de un dolor profundo cuando se me planta delante de los ojos el nombre de un amigo encerrado en un marco de luto.

En el tramo de nazarenos de la cofradía que desfila para hacer estación en la Catedral del Cielo se me emparejan hoy la bondad de Joaquín y el arte de Daniel.Suavemente se han deslizado sus pisadas abandonando esta tierra que fue llamada de María Santísima a la que ellos honraron como ejemplares cofrades sevillanos.