martes, 8 de julio de 2014

ERRÓNEA TERMINOLOGIA


¿De dónde ha salido esa moda de aplicar el verbo dar cuando se habla de la celebración de la Eucaristía?

Buscamos al cura para la conmemoración o la exequia y le pedimos que “nos de” una Misa. De celebrar, nada de nada. Andamos más bien regularcitos de expresión verbal. Sobre todo en lo que concierne a la religión o al ejército.

La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. Así lo recuerda el catecismo. Y se denomina también Santa Misa y de otras varias formas, pero siempre relativas a su institución el Jueves Santo. El clérigo consagrado repite el acto cuando oficia la ceremonia. No la da. La celebra.

Y el ejército cuando acude con una formación castrense de honores, como lo hizo días pasados en la proclamación del nuevo monarca, recibe a la bandera con el arma presentada, como máximo homenaje que puede brindar con su protocolo de siglos a la enseña nacional.

Las niñas que comentaron la ceremonia  en la uno de televisión no lo sabían y atribuyeron el movimiento de soldados, los toques de órdenes del cornetín y la interpretación de la marcha  a ensayos previos de la unidad militar. Lamentable.

Es lógico que guardaran un ignorante silencio cuando las cámaras recogieron en primer plano nada menos que el escudo del Regimiento Soria nueve, que estuvo mucho tiempo de guarnición en Sevilla y, que, con más de quinientos heroicos años a sus espaldas, posee el título de ser el más antiguo del   Ejército de Europa y, por tanto, del mundo occidental.

¿Así cómo nos va a extrañar que, cumpliendo decisiones del Ministerio de Defensa  la Comandancia Militar de Marina abandone el pabellón de la Marina de  Guerra de la Exposición Iberoamericana?... Antonio Burgos en su recuadro de ABC de hoy dice que es como si quitaran Capitanía de la Plaza de España o Aviación vendiera Tablada.

Me sumo a su amarga reflexión y añado mi tristeza.



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