sábado, 30 de mayo de 2015

LOS BANCOS Y LA FACTURA DE LA LUZ


Mucho ofrecer Endesa facilidades para entender la factura de la luz y, al final, hay que hacer un cursillo de capacitación.

Y mucho ofrecer los bancos el oro y el moro y se multiplican las prácticas para tomar el pelo a los sufridos clientes.

Todo ello, por supuesto, ante la pasividad de unos organismos autonómicos titulados pomposamente de defensa de los consumidores, colmados de empleados que pagamos con nuestros impuestos, que, apenas son admitidos como gestores de tales entes, resucitan las peores costumbres de los viejos funcionarios  de las oficinas siniestras.

La factura de la luz no hay quien la entienda por muchos esfuerzos que haga la antigua Sevillana que tanta animadversión producía contra la ciudad cuando enarbolaba su nombre. Porque, en realidad, lo incomprensible no son el texto, los gráficos y los diagramas de columnas que llenan las cuatro páginas que la componen sino el motivo de que sea tan cara la energía eléctrica. Y por qué  ponen al cobro el recibo y arrancan su importe de nuestra cuenta corriente, antes de haberlo remitido al usuario.

Los bancos no se quedan atrás en la corriente de abusos tumultuosos e inscriben cada uno de estos bocados dotándolos de una explicación conceptual totalmente esquizofrénica.

No me voy a sacar nada de la manga. He aquí la explicación que me da la entidad bancaria con la que me relaciono para justificar dos cargos en mi cuenta corriente por consumo eléctrico:

26/05/2015.- RECIBO ENDESA ENERGIA 755 BBBSDWC REF. MANDATO 010466079534 -35,20 EUR 
26/05/2015 RECIBO ENDESA ENERGIA  755 BBBSDDD REF. MANDATO E0007080019563950003000 -63,14 EUR

Devanándome los sesos y con un esfuerzo similar al que puse un día para comprender el binomio de Newton, llegué a la conclusión de que los tres últimos dígitos del primer apunte corresponden al contrato que firmé con la compañía suministradora. Pero no me sirvió para traducir el concepto aplicable al cargo de 63,14 Euros.

Endesa todavía no me ha mandado las facturas ni por correo ordinario ni por mensaje en el ordenador. O sea que las pago antes de saber por qué me las cobran.

Se lo he preguntado en un e mail a la subdirectora del banco. A lo peor tampoco lo sabe. Porque aún no he recibido respuesta


Y el lunes quizás me anime y lo ponga en conocimiento de la Oficina de protección al consumidor.

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