domingo, 30 de octubre de 2016

ORATORIA, INEDITA APORTACION


Cuando estudiaba Preceptiva Literaria, aprendí que la Oratoria podía ser Poética, que se aplicaba a los Juegos Florales que entonces se llevaban mucho, Religiosa, como la de los predicadores de los Quinarios cofrades en los que figuraban auténticas estrellas de los púlpitos que situaban a gran altura a las órdenes religiosas a las que pertenecían, Forense, utilizada por abogados, jueces y fiscales y Parlamentaria que era la que contaba con figurones de la palabra inmortalizados en la frase del vulgo “habla más que Castelar”.

Creo que fue el recordado Joaquín Romero Murube quien quiso añadir un tipo, una variante nuevos, para archivar los Pregones de Semana Santa, pero ignoro si culminó su propósito y, en ese caso, qué nombre puso al neologismo.

La divulgación docente de esta actividad de la comunicación mediante cursos especializados por Internet ha recogido inéditos complementos y explica también la Oratoria social de sobremesas de banquetes, la Pedagógica de los maestros y profesores y la Empresarial a la que ha bautizado en inglés como Management speaking lo mismo que ayer hicieron otros con el término Comercialización al que denominaron Marketing.

Nadie, sin embargo, podía suponer que a estos descubrimientos de la actividad imaginativa, creativa y cultural iba a añadirse en el seno del Congreso de los Diputados, la Oratoria Asnal. Pero así ha sido. Y, con ejemplos tan nítidamente definidos de parlamentarios escogidos del pueblo que los eligió para ser representado por ellos, que, afortunadamente, impiden cualquier generalización no deseada.


Se abre de aquí en adelante un tiempo en el que las televisiones rebobinarán una vez y otra esas secuencias históricas. Sus señorías seguirán haciendo uso de la palabra que algunos convertirán en el vibrante sonido que escuchaba Juan Ramón Jiménez cuando le llamaba Platero.

lunes, 24 de octubre de 2016

PREVISION DEL TIEMPO.... REVUELTO


A todas luces nos espera una semana entretenida en lo que  se refiere a la televisión y a los medios habituales de matar las horas que utilizamos los que carecemos de cosa mejor que hacer.

Los analistas políticos y los tertulianos coinciden en una baraja de datos que sustentan esta perspectiva.

Divido a los creadores de opinión que acabo de citar porque me parecen dos grupos absolutamente diferenciados. Analistas, los que hablan o escriben y saben lo que dicen y tertulianos que hablan y se quitan la palabra de la boca unos a otros aunque generalmente no tengan ni la menor idea de lo que están diciendo.

El desbloqueo para la formación del gobierno… la consiguiente eliminación de obstáculos para que Rajoy lo haga… la posible pataleta del obcecado Sánchez y de su consejero áulico, esa lumbrera del pensamiento riojano llamado César a quien, según voces más autorizadas que la mía, le tocó el doctorado universitario en una tómbola… el éxito andaluz, amasado por la experiencia de Felipe y el acertado quehacer de doña Susana y su cuadrilla, Javier y la taurina Media Verónica (Burgos dixit)… el cabreo del de la coleta y compañía dispuestos a la organización de escraches democráticos… de la mañana a la noche… las inocentes y equilibradas informaciones de la Cuatro y la Sexta, siempre alejadas de manipulación sectaria…


¡Vamos!...¡ Como para no abandonar el sillón!.  

sábado, 22 de octubre de 2016

EPILOGO FRUSTRADO


El domingo 1 de abril de 1990 di mi Pregón de Semana Santa. El lunes siguiente, 2 del mismo mes, a mediodía, recibía plácemes y enhorabuenas telefónicas en mi despacho de la Delegación en Andalucía de la Dirección Comercial de RTVE, cuya titularidad ocupaba, que se hallaba en la primera planta del número 2 de la calle de Las Cortes. Y ese mismo día y en ese mismo compás horario la muerte venía hacia mí envuelta en un paquete de 320 kilos de explosivos que traía en un automóvil el miembro del Comando Argala de ETA Henry Parot para aparcarlo en el sótano del Corte Inglés y hacerlo estallar.

Dos miembros de la Guardia Civil lo detuvieron en un control en Santiponce y evitaron la que hubiera sido la mayor matanza en Sevilla a pocos días del comienzo de la Semana Santa, llevándose por delante a los clientes de los grandes almacenes, a la Jefatura de Policía, a toda la chiquillería del Colegio de las Esclavas… y a mí.

Fue el epílogo frustrado de mi Pregón. Por eso lo puedo contar hoy. Paquiño Correal lo ha hecho desde las páginas del Diario de Sevilla poniéndome la carne de gallina. Estoy vivo de milagro. Las oficinas de la gestión publicitaria y comercial de la tele estaban a pocos metros de donde, en el subsuelo, se hubiera abandonado el vehículo y, por consiguiente, dentro del radio de la onda de la carga detonante y de sus más letales consecuencias. Tengo una deuda impagable con quienes extienden su protección desde las Alturas y con mi  ángel de la guarda, que, en aquella ocasión, no fue uno,  sino que fueron dos y se cubren con tricornios cuando desfilan delante de los pasos.

Ayer merecieron el homenaje que se les rindió en la plaza de la Gavidia


Yo lo hago con estas breves líneas desde mi blog y las cierro precipitadamente para buscar una cafinitrina que me ayude a paliar el susto que todavía me dura.

domingo, 16 de octubre de 2016

EL HORROR A TRAVES DEL MOVIL


Allí estaba el tío. En el suelo. Tendido cuan largo era. Con el pecho de la camisa manchada de sangre y las muñecas esposadas cruzadas sobre él …

La macabra escena correspondía a un típico crimen de violencia de género a cuyo autor acababa de cortar la huida la Guardia Civil y la mostró ante mis ojos uno de mis hijos interrumpiendo la cerveza festiva del mediodía que saboreaba bajo el sol.

Todo me estaba resultando placentero e idílico hasta ese momento. El suceso hacía poco que se había producido, pero su descripción apresurada y la descarnada confirmación de las imágenes ya estaban circulando por la red. Otro mundo. O, mejor dicho, este mundo de nuestros días de avances tecnológicos hijos del desarrollo y la cultura en contraste abierto y estremecedor con el aguafuerte de la violencia, el cerrilismo y la crueldad.

Intenté completar el suceso con las ediciones de los periódicos en Internet. Solo encontré algo en uno de los muchos que tengo localizados. No encendí la radio. Antes lo hacía. Hoy puedo encontrar lo que acaba de ocurrir en el madrileño barrio de Leganés, pero no lo que ha alterado con el alarido de la sinrazón la tranquila existencia ciudadana del pueblo vecino.
Torné a Internet. Seguía igual.

Recordé mi época de estudiante en la Facultad . En la boca del Metro madrileño de Antón Martín se situaba todas las tardes un vendedor de prensa que voceaba:

--¡Informaciones! …¡Diario Pueblo!... ¡Madrid!...


Eran otros tiempos.

miércoles, 12 de octubre de 2016

ACUOSO DESFILE

Lo peor que le puede ocurrir al Desfile es que llueva. Pero hay otros aspectos que aún pueden empeorar lo anterior: Que no haya dinero para cargar en el surtidor los depósitos de los carros de combate… que por la misma razón de austeridad económica no puedan volar las aeronaves… que no haya soldaditos debidamente entrenados… que nombren como comentarista a un militar provisto a los efectos de un aterrador mazo de folios con la historia de todas las unidades, de todos los modelos de armamento  y de todos los sucesos destacables de las Fuerzas Armadas en el último año a los que se empeñe en dar lectura pase lo que pase…que los comentaristas civiles, ella y él, no hayan pisado nunca un cuartel, y que los dos se hayan aprendido la letra y las circunstancias de creación de “La muerte no es final” y se las zampen por enésima vez a los sufridos telespectadores.

Algo de eso sucedió en la última Parada Militar que fue de bufanda y aspirina y en la que hubo más guardias y reservistas que soldados. Eso sí, perfectamente entrenados, marciales y bizarros hasta la ejemplaridad. 

Asistieron las infantitas. Monísimas. Una de rojo y la otra de azul. Las dos Españas escribieron los comentaristas que no hallaron cosa de mayor enjundia para sus análisis apresurados.

El Rey que estuvo muy en su papel de militar  de Academia se puso como una sopa hasta que al término de los actos lo recogió el histórico cochazo que utiliza la Casa de Su Majestad para estos eventos. Un vehículo que no dejó de soltar una preocupante humareda por su tubo de escape, mientras aguardaba a ralentí que el escuadrón de la Guardia Real iniciara el regreso.

Si yo fuera el monarca, mañana lo llevaba al taller.


sábado, 8 de octubre de 2016

A MI TAMBIEN ME HAN PUESTO UN STENT


En mi caso no ha sido uno, sino dos. Pero cada vez que lo proclamo en una reunión siempre hay quien me gana: Pues a mí, cinco… yo tengo tres… Hay quien puede presumir de números más altos, lo que constituye un alarde que engrandece a la medicina andaluza.

El stent es un pequeño tubo de malla de metal que se expande donde se sitúa que los nuevos cardiólogos, que son unos manitas, le introducen a las arterias coronarias cuando éstas empiezan a dar la lata. No lo hacen como antes, abriendo al enfermo en canal y llegando al corazón para repararlo, sino a modo de barbería antigua, acostando al paciente en la mesa de operaciones y poniéndose a su lado ante un televisor de plasma en cuya pantalla usted es el protagonista, pero desde dentro de su cuerpecito serrano.

Le tapan lo conveniente con unos limpísimos paños verdes que despliega por encima de su abdomen uno de los profesionales que le va a intervenir, también vestido con bata del mismo color y cubierto por un gorro coloreado de tripulante de barco pirata. Le pinchan el brazo izquierdo por un lado y el derecho por otro… y llega a la escena el jefe del equipo, el médico intervencionista que en mi caso fue el doctor Luis Salvador Díaz de la Llera. Una eminencia, como dirían los antiguos, que se me presentó, como si tal cosa y se puso a dar órdenes precisas al equipo de especialistas que me rodeaba.

Yo miraba a la multipantalla que colgaba a mi lado y apreciaba como se movía a control remoto la cámara de rayos equis que servía las necesidades del doctor que creo que ya no se llama cirujano sino endodinamista.

Me acordaba del verso que dedicó el Padre Cué a los capataces de pasos: Ojos de Águila en la cara, sentido de proporción, la voz como el agua clara, y los nervios en razón.

Cuando terminó me dio una palmadita en las rodillas y me dijo “lo he dejao niquelao”. Añadió dónde y porqué había situado  los stents y se fue a informar a mi familia.

Tengo un motivo más para presumir de la sanidad que tenemos y sobre todo de estos profesionales. De los stents no proyecto presumir para no hacer el rídículo.


--¿Dos, nada más? … Pues yo tengo cinco… y mi vecino, ocho… y…