jueves, 10 de noviembre de 2016

ENTRE DOS ESQUELAS


Este texto nace adecuado a los días. Estamos en Noviembre. Entre hojas secas y marcha fúnebre de Chopin. Las dos esquelas son necrológicas. Y vienen en el periódico. Dice una que falleció Juan Bernabé Britto y la otra que se publica en memoria de Luis Martínez de Carvajal Rivero. Conocí y traté mucho al primero. Supe del segundo pero no llegué a relacionarme con él como hubiese querido.

Con la obra de Britto, una pintura personalísima de la plaza de San Francisco recreada por el artista como si la contemplara en el siglo dieciocho me tropiezo todos los días porque el cuadro está colgado en una pared de mi casa. La visión del pintor me traslada a aquella época y si me paro a rememorar las circunstancias que concurrían cuando  llegó a mi poder me parece recordar la voz de Juan que entonces firmaba Juan B de Britto y cuyos días han llegado a su fin en la que era su localidad de nacimiento, Las Cabezas de San Juan, pero no recientemente sino el 20 de julio del pasado verano.

Juan B. de Britto me regaló el cuadro en prueba de agradecimiento de una entrevista que yo le había hecho en televisión. A Luis Martínez de Carvajal no le pude entrevistar nunca como era mi propósito porque había inventado el Puntomatic y yo que entonces trabajaba en una agencia de publicidad había recibido el encargo de planificar una campaña para su promoción.

Detrás de cada esquela late la fidelidad de los seres queridos. En la de Britto sus hermanos y sobrinos.En la de Martínez de Carvajal su hija y familia.

Manuel Bellido que dirigía su agencia publicitaria en la calle General Polavieja, entraba todas las mañanas a afeitarse en la Peluquería de Berro, abría el ABC por las páginas de las mortuorias y siempre decía lo mismo:

-Voy a ver quién se ha quitado del tabaco

No hay comentarios: