domingo, 15 de enero de 2017

LA HOSTERIA DEL LAUREL


Estaba en el turístico barrio de Santa Cruz. En la calle de la Pimienta que entonces se llamaba Judería. Creerlo así es tradición  ni desmentida ni siquiera discutida con argumentos, según escribiera en ABC Julio Martínez Velasco.

En ella se basó Zorrilla cuando empezó a describir por escrito  el escenario donde Don Juan Tenorio se encontraba con sus amigos. Sucedía esto en la calle Sierpes. Y el sitio donde daba comienzo a la inmortal escritura no se llamaba del laurel. Ni era hostería. Se trataba de un figón conocido como del turco. Y se alzaba donde luego estuvo el Café Madrid, hoy cerrado. En una calle Sierpes tan populosa como en la actualidad pero no cerrada al tráfico rodado. La cruzaban a menudo carruajes de tracción animal y naturalmente caballos de silla y monta.

Por allí podemos transitar hoy y contemplaremos el edificio sin señal exterior alguna de su pasado.

Allí llegó Zorrilla, tomó asiento en una de las mesitas dispuestas al efecto y supongo que pediría un refresco y que le servirían zarzaparrilla que era más o menos como la Coca Cola o agua con panales o quién sabe si horchata porque hacía ese calor pegajoso que solemos disfrutar en verano.
                              ¿La Hostería del laurel?...
                              En ella estáis, caballero.
                              ¿Está en casa el hostelero?...
                              Estáis hablando con él.

Zorrilla era un personaje literario reconocido y apreciado en el mundillo teatral sevillano Con un drama suyo, “Cada cual con su razón”, se inauguró en las cuadras bajas del Hospital del Amor un nuevo teatro al que la sociedad de artistas que lo creó llamó Vista Alegre y se abría en la calle del Puerco que es la actual Trajano.

La obra la protagonizó Rafael Yáñez, amigo íntimo del autor, que era uno de los intérpretes más aplaudidos del teatro romántico de la época.

El poeta conocía bien la ciudad que, además de  la Hostería le proporcionó localizaciones perfectas para su obra: el Convento de las Calatravas donde el Burlador rapta a doña Inés, que es hoy la Parroquia de Nuestra Señora de Belén... la casa natal de Don Juan que, según José María de Mena, se hallaba en la Puerta de Jerez...

Ahora unos empresarios valencianos han comprado el establecimiento titulado La Hostería del Laurel que recuerda al poeta y a su creación. Feliz iniciativa. Desde la Plaza de Refinadores don Juan, inmortalizado en estatua, les dará las gracias


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