jueves, 2 de febrero de 2017

SINE DIE


La reflexión profunda a la que invitan muchas viñetas humorísticas es un legado del recordado Migote que ejercitan con indudable acierto no pocos de los actuales cultivadores de ese género del periodismo.

En torno a la pesadísima cuestión catalana aporta hoy su peculiar visión el dibujante Esteban que en su cuadrilátero del Diario de Sevilla pone en boca de uno con alborotada melena a lo Puigdemont  que pinta dialogando con otros una ingeniosa frase: Creo que vamos a tener que adelantar el referéndum sine die.

Tuve una compañera de facultad que afirmaba convencida que algunos chistes de los periódicos encierran más mensajes que un editorial tramado con materiales de pensamiento profundo.

Y encima hace reír. Que no es poco hoy.

El chiste en la prensa es como ese viandante conocido que cuando se cruza con nosotros siempre nos deja un mensaje de optimismo. Todo lo contrario del posma que se pone a nuestro lado y no para de describirnos enfermedades, accidentes y tragedias.

Muchas veces he pensado que a estos ciudadanos debían colgarles al cuello un mensaje de aviso. No sería una decisión de convivencia ajena a los usos y costumbres de otras épocas.

Tiempo hubo que a los mendigos se les exigía que se identificasen mostrando el permiso que habían de conseguir del municipio para ejercer su actividad. Y a las prostitutas que completasen su atuendo con prendas y colores que denotasen el ejercicio de la que llaman profesión más antigua del universo. (Práctica que hubieron de abandonar porque a fin de atraer las miradas de los hombres pronto fueron imitadas por las damitas pertenecientes al estrato social del recato y las buenas costumbres).

Como contrapeso de las páginas de las esquelas mortuorias, convendría publicar hoy más tiras divertidas como la de Esteban y por supuesto volver a las notas de sociedad insertando los cumpleaños de los lectores que alcancen por los menos los noventa tacos.


Sería una buena idea para que los diarios se vendieran más.

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